En un comunicado, sus hijos han confirmado el deceso de la querida y admirada actriz, presentadora y cantante, Concha Velasco.
Lamentablemente, Concha Velasco ha fallecido a los 84 años, según han comunicado sus hijos en un comunicado enviado a los medios.
Lamentamos informar de que nuestra madre, Concha Velasco, ha fallecido hoy sábado 2 a las 02:00 en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, habiendo recibido los Santos Sacramentos, a consecuencia de una complicación en su enfermedad. No tenemos más que palabras de agradecimiento para el personal del hospital, y el de las residencias Santa Matilde y Orpea Punta Galea que tan bien han cuidado de ella en estos difíciles tiempos. Somos unos afortunados por haber gozado de la mejor madre del mundo y por recibir el cariño de tantos españoles que la quieren y la admiran. Gracias a todos.
Desde finales de verano de 2021, tal y como informó Manuel, su hijo y portavoz de la familia, la actriz había experimentado «un rápido y progresivo» empeoramiento de salud que le obligó a poner fin de forma abrupta a su carrera en los escenarios. Una situación que se fue agravando con el paso de los meses y que, después de ser hospitalizada tras una temporada viviendo en una residencia de mayores, ha terminado con la muerte de un personaje querido y admirado por todo un país.
Concha, además, encarnaba a la perfección el papel de celebridad. Disfrutaba siendo reconocida por la calle y no tenía reparo en hablar con total naturalidad sobre su vida en revistas y programas del corazón. Mientras otras establecen límites en ciertos espacios, renuncian a aparecer en algunas publicaciones o prohíben ciertas preguntas, Concha manejaba su fama con naturalidad y sin distinciones. Ya fuera recogiendo el Goya de Honor o apareciendo en el ‘Deluxe’ para revelar la identidad del padre de su hijo.
Desde que, a la edad de diez años, iniciara sus estudios de Danza Clásica y Española en el Conservatorio Nacional de Madrid, la vallisoletana Concha Velasco, fallecida el 2 de diciembre a los 84 años, forjó una carrera prolífica y exitosa como actriz y cantante, convirtiéndose en un referente de la interpretación en España, tanto en el cine como en el teatro y la televisión.
Responsable de éxitos cinematográficos desde la década de 1950 hasta la actualidad, con títulos como ‘Las chicas de la Cruz Roja’, ‘Juicio de faldas’, ‘La Colmena’, ‘Esquilache’, ‘Más allá del jardín’, ‘París-Tombuctú’, ‘El oro de Moscú’ o ‘Malasaña 32’, la actriz participó en películas de diversos géneros y se destacó también por sus interpretaciones musicales, como en ‘Historias de la televisión’, donde su figura quedó asociada al tema ‘La chica ye-ye’.
En el teatro, pudo expresar su faceta de cantante en obras como la comedia musical ‘¡Mamá, quiero ser artista!’, estrenada en 1986 con libreto de Juan José de Arteche. La obra narra la aventura de una joven que llega a Madrid desde un lugar indeterminado de la España rural, acompañada por su madre, para triunfar en el mundo del espectáculo. La producción incluyó temas emblemáticos de algunas de sus películas, como ‘Las chicas de la Cruz Roja’ o ‘El día de los enamorados’.
Nacida en la calle Recondo de Valladolid el 29 de noviembre de 1939, Concha Velasco era hija del comandante de caballería Pío Velasco y de la maestra republicana María Concepción Varona. Su abuelo materno, Jesús Varona, había compuesto en 1935 un himno de Valladolid encargado por la Diputación Provincial que sería postergado durante la dictadura.
Siendo niña, Concha Velasco se trasladó primero a Larache, entonces un protectorado español en Marruecos, y más tarde a Madrid, donde inició su formación como bailarina para debutar en el cuerpo de baile de la Compañía Nacional de Ópera de La Coruña. Posteriormente, trabajó en la compañía de Manolo Caracol como bailaora flamenca y se unió más tarde a la de Celia Gámez, donde estrenó ‘El águila de fuego’.
La artista comenzó su carrera cinematográfica a los 16 años en ‘El bandido generoso’ (1954). Ya como coprotagonista, participó en ‘Muchachas en vacaciones’ (1957) y ‘Las chicas de la Cruz Roja’ (1958), donde logró un gran éxito junto a Tony Leblanc, con quien compartiría numerosas apariciones en la gran pantalla, como en ‘Los tramposos’ (1959), ‘Vida sin risas’ (1959), ‘El día de los enamorados’ (1959), ‘Amor bajo cero’ (1960), ‘Julia y el celacanto’ (1961) o ‘Historias de la televisión’ (1965), donde interpretó la famosa canción de Augusto Algueró y Antonio Guijarro ‘La chica ye-ye’, título con el que la vallisoletana se hizo conocida, siendo llamada por el gran público Conchita Velasco.
Con el popular Manolo Escobar, participó en películas como ‘Pero… ¿en qué país vivimos?’ (1967), ‘Relaciones casi públicas’ (1968), ‘Juicio de faldas’ (1969), ‘En un lugar de la Manga’ (1970), ‘Me debes un muerto’ (1971) o ‘Los gallos de la madrugada’ (1971). Otros destacados actores con los que trabajó en esos años fueron Alfredo Landa, José Luis López Vázquez o Antonio Ozores.
Con el fin del franquismo y el inicio de la Transición, comenzó a interpretar papeles más serios en películas como ‘No encontré rosas para mi madre’ (1973), con Gina Lollobrigida y Danielle Darrieux; ‘Tormento’ (1974); ‘Pim, pam, pum… ¡fuego!’ (1975), de Pedro Olea; ‘Un lujo a su alcance’ (1975); ‘Las largas vacaciones del 36’ (1976); ‘Esposa y amante’ (1977); ‘La colmena’ (1982), de Mario Camus, o ‘Esquilache’ (1989) de Josefina Molina, por la que fue nominada al Goya a la Mejor Actriz de Reparto.
ÚLTIMAS APARICIONES DE CONCHA VELASCO EN EL CINE
Las últimas apariciones de Concha Velasco en el séptimo arte incluyeron ‘Más allá del jardín’ (1996), donde nuevamente fue nominada al Goya como Mejor Actriz; ‘París-Tombuctú’ (1999), la última película dirigida por Luis García Berlanga; ‘Km. 0’ (2001); ‘El oro de Moscú’ (2002); ‘Bienvenido a casa’ (2005); ‘B&B’ (2006); ‘Chuecatown’ (2007); ‘Enloquecidas’ (2008); ‘Rabia’ (2009) o la película de terror ‘Malasaña 32’ (2020).
En 2012, recibió el Goya de Honor a toda su carrera, y un año después le otorgaron la Espiga de Honor en la 58ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), donde ya había ganado la Espiga de Oro a la Mejor Actriz en 1985 por su actuación en ‘La hora bruja’.
En el teatro, Concha Velasco comenzó protagonizando revistas y comedias en la década de los 60, participando en clásicos como ‘Don Juan Tenorio’ (1964), basada en la obra de su compatriota José Zorrilla. Durante una de las representaciones de esta obra, conoció al actor y productor Paco Marsó, con quien se casaría en 1977 y tendría a su segundo hijo, Francisco Martínez Velasco.
Anteriormente, la artista había tenido a su hijo Manuel, fruto de su relación con el director de fotografía Fernando Arribas, quien fue adoptado por Paco Marsó. La verdadera paternidad fue revelada por Concha Velasco en 2021. También era tía de la actriz Manuela Velasco.
En 2005, se divorció de Paco Marsó, y en 2014 reveló que estaba luchando contra un cáncer linfático. Después de someterse al tratamiento correspondiente, retomó su actividad profesional unos meses después.
En 1977, estrenó ‘Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipciaca’, de José Martín Recuerda, junto a Pilar Bardem y María Luisa Ponte, donde interpretó a la famosa Mariana Pineda, condenada a muerte por bordar una bandera liberal en 1831.
En 1986, llegaría el éxito musical ‘Mamá, quiero ser artista’, mientras que en 1998 actuó en ‘La rosa tatuada’, adaptación de la obra de Tennessee Williams.
CONCHA VELASCO SALTA DEL TEATRO AL MUSICAL DE BROADWAY
En 1999, Antonio Gala escribió para Concha Velasco ‘Las manzanas del viernes’, con la que logró un gran éxito y luego participó en la versión del musical de Broadway ‘Hello, Dolly!’ (2001).
Junto a Nati Mistral y Paco Valladares, actuó en ‘Inés desabrochada’ (2003), también de Antonio Gala. Desde abril de 2009 hasta mediados de 2011, representó la obra de Josep María Pou ‘La vida por delante’. Su siguiente proyecto teatral fue ‘Concha, yo lo que quiero es bailar’, estrenada en Valladolid en septiembre de 2011.
En 2012, participó en el Festival de Mérida junto a José María Pou y Maribel Verdú en la obra ‘Hélade’, y un año más tarde, lo hizo con ‘Hécuba’, de Eurípides. En 2016, interpretó al personaje histórico de Juana la Loca en un monólogo escrito por Ernesto Caballero y dirigido por Gerardo Vera en el Teatro de La Abadía de Madrid.
En 2018, encabezó la obra ‘El funeral’ en el Teatro La Latina de Madrid, escrita por su propio hijo, Manuel Martínez Velasco, quien también firmaría ‘La habitación de María’, con la que se subiría por última vez a los escenarios a finales de 2021.
En televisión, Concha Velasco trabajó en programas como Estudio 1 de TVE, donde interpretó títulos como ‘Una muchachita de Valladolid’ (1973), ligado a su personalidad como ‘La chica ye-ye’.
Su actuación más destacada en la pequeña pantalla fue en ‘Teresa de Jesús’ (1984), emitida en TVE, donde dio vida a la mística abulense. También presentó diversos programas como ‘Cine de Barrio’, cita insustituible de las tardes de los sábados en la televisión pública.
Sus últimos trabajos en TV fueron ‘Motivos personales’ (2005) en Telecinco; ‘Herederos’ (2008) en TVE; ‘Gran Hotel’ (2011) de Antena 3; ‘Velvet’ (2016) también en Antena 3 y ‘Las chicas del cable’ de Netflix, donde interpretó a la malvada Carmen Benavides. Desde febrero de 2022, vivía en una residencia del centro de Madrid.
Su partida nos deja un profundo sentimiento de pérdida. Concha Velasco ha sido una presencia constante en la vida de todos. No hay generación que no haya disfrutado de su talento: los más veteranos la recuerdan desde ‘Las Chicas de la Cruz Roja’, mientras que la generación de Netflix la ha apreciado en ‘Las Chicas del Cable’. En el transcurso de su carrera, ha vivido bajo los reflectores desempeñando roles de actriz, cantante, presentadora o cualquier otro que se presentara.
Poco se puede añadir a la impresionante trayectoria de esta vallisoletana universal que no se haya dicho ya. Concha Velasco entregó su talento generosamente y para todos, y afortunadamente, se va dejando tras de sí un legado muy bien reconocido. No es para menos: fue la mejor actriz, la presentadora más versátil, una cantante excepcional y, sobre todo, una figura respetada, admirada y muy querida.