Finaliza la campaña 2022 para proteger al chorlitejo en la playa del Serradal

Finaliza la campaña 2022 para proteger al chorlitejo en la playa del Serradal

Los resultados de esta nueva temporada de cría lanzan algo de luz sobre la recuperación de la población nidificante de chorlitejo patinegro alcanzando un total de once parejas que han podido criar en la playa del Serradal.

 

El programa de sensibilización para resguardar al chorlitejo en la playa del Serradal de Castellón ha finalizado. En dos mil veintiuno, SEO/BirdLife, en cooperación con la Concejalía de Transición Ecológica del Municipio de Castelló, comenzaron el primer ‘Programa de Vigilancia y Sensibilización‘ para la protección del sistema dunar y de las parejas nidificantes de chorlitejo patinegro que cobija la microrserva de vegetación de la Playa del Serradal.

A lo largo de ese año, en parte merced a las labores de reccuperación, sensibilización y vigilancia desarrolladas por los voluntarios en tal playa, se consiguió recobrar las cantidades de parejas que cobijaba la playa de antemano a los acontecimientos del temporal Gloria en dos mil veinte. Esta gran borrasca afectó de forma negativa al hábitat del chorlitejo haciendo reducir el número de parejas nidificantes a cifras mínimas históricas, conforme ha informado SEO/BirdLife en un comunicado.

Por segundo año sucesivo, en dos mil veintidós se ha puesto en marcha el Programa con la meta de continuar promoviendo la recuperación y protección de las parejas de chorlitejo patinegro y producir un movimiento ciudadano preocupado por cuidar y compartir sus playas con la biodiversidad que las rodea. Para esto, se dio una nueva formación de voluntarios para nuevos miembros del conjunto, contando este año con un total de quince voluntarios que a lo largo del periodo de nidificación del chorlitejo han efectuado tareas de sensibilización e información sobre la microreserva para eludir afecciones a las aves y sus crías.

El programa, que englobó desde mediados de junio hasta finales de julio, asimismo ha tolerado identificar, registrar y valorar las afecciones y amenazas que con una mayor frecuencia tienen sitio a lo largo de las horas de vigilancia y sensibilización de los voluntarios. Desde perros sueltos hasta usuarios de la playa recorriendo por el interior de la duna o abandonando de restos entre la flora son ciertas incidencias que los voluntarios observaban y dialogaban con los responsables de dichas acciones para mentalizarles sobre los inconvenientes y amenazas que producían sobre el hábitat del chorlitejo patinegro.

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Merced a la información y resultados logrados durante estos 2 años de programa, el Consistorio de Castelló cuenta con herramientas y protocolos de administración para la mejora y promuevo de la biodiversidad de sus playas compaginando estas medidas con el uso público de los turistas.

DINÁMICA DEL LITORAL MODIFICADA

Las playas del norte de Castellón de la Plana llegaron cobijar hasta un total de cuarenta parejas de chorlitejo patinegro en los años noventa. Desde ese momento, la dinámica del litoral castellonense se ha visto cambiada a través del desarrollo de infraestructuras y de las habituales limpiezas con maquinaria pesada en las playas, destrozando una parte del sistema dunar y afectando a la reproducción de las parejas que nidificaban en las playas del Serradal, del Gurugú y del Pinar.

En particular, en los últimos treinta años, las playas del Serradal y del Gurugú han perdido entre un sesenta y tres y un setenta y dos por ciento de las parejas nidificantes que criaban en los años noventa respecto a la actualidad.

Los resultados de esta nueva temporada de cría lanzan algo de luz sobre la recuperación, si bien lenta, de la población nidificante de chorlitejo patinegro alcanzando un total de once parejas que han podido criar en la playa del Serradal. La población de la microreserva ha conseguido acrecentar un diez por ciento respecto a 2021; sin embargo, se prosigue sosteniendo estable la media de parejas de los últimos cinco años y recobrando las cantidades precedentes a las mínimas históricas -seis-nueve parejas- que presentaron las playas del norte de Castellón tras los temporales sufridos en dos mil veinte por la borrasca Gloria.