La Guardia Civil ha advertido sobre el grave peligro que estas conductas ilícitas representan para la seguridad vial.
Efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Castellón han interceptado a seis aspirantes que empleaban dispositivos electrónicos avanzados para intentar superar de manera fraudulenta los exámenes de obtención del permiso de conducir y del Certificado de Aptitud Profesional (CAP).
Según informó el organismo, los infractores ocultaban entre sus ropas y adheridos al cuerpo sistemas electrónicos de grabación y transmisión de imágenes y sonido. Estos dispositivos les permitían conectarse con personas situadas fuera de las instalaciones donde se llevaban a cabo las pruebas, quienes, en remoto, observaban las imágenes del examen y proporcionaban las respuestas correctas a través de un sistema de audio.
Los hechos: ubicaciones y modus operandi
Los incidentes se produjeron el pasado 30 de noviembre y 16 de diciembre en las instalaciones habilitadas para la realización de estos exámenes en las localidades de Castellón y Vinaroz. El esquema empleado consistía en el uso de cámaras y micrófonos camuflados que permitían a los aspirantes mantener comunicación directa con sus cómplices en el exterior, facilitando así las respuestas correctas para superar las pruebas.
La actuación de la Guardia Civil fue llevada a cabo por la Unidad de Investigación de Seguridad Vial, perteneciente al Grupo de Investigación y Análisis del Subsector de Tráfico de Castellón (UNIS-GIAT). Los agentes, tras detectar las irregularidades, informaron de inmediato a la Jefatura Provincial de Tráfico y a la Dirección General de Transportes de la Comunidad Valenciana, lo que permitió que los aspirantes fueran apartados del proceso y se les prohibiera continuar con los exámenes.
Fraudes reiterados y medidas legales
Este no es un caso aislado. En lo que va de año, un total de 19 personas han sido descubiertas utilizando sistemas similares en distintos exámenes para la obtención del CAP y del permiso de conducir. Este tipo de conducta supone no solo una violación de las normativas, sino también un peligro para la seguridad vial.
Conforme a la legislación vigente, los aspirantes al CAP tienen un plazo de un año para superar el examen tras completar el curso de formación. El CAP es un certificado obligatorio para acreditar la cualificación inicial de conductores de transporte de mercancías y viajeros, tanto en modalidad ordinaria como de promoción.
Por otro lado, las sanciones aplicables a quienes intentan obtener el permiso de conducir mediante prácticas fraudulentas incluyen multas de hasta 500 euros y la prohibición de volver a examinarse durante un periodo de seis meses. En el caso del CAP, los infractores tampoco podrán presentarse al examen nuevamente hasta que transcurra un período de seis meses.
Riesgos para la seguridad vial
La Guardia Civil ha advertido sobre el grave peligro que estas conductas ilícitas representan para la seguridad vial. La obtención fraudulenta de permisos o certificados pone en circulación a conductores que carecen de las habilidades y conocimientos necesarios para garantizar la seguridad de todos los usuarios de las vías.
“Dado el riesgo para la circulación, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil mantiene una vigilancia constante y un seguimiento riguroso sobre los aspirantes,” señaló un portavoz del cuerpo. Estas acciones buscan proteger tanto a los conductores como al resto de usuarios de la carretera, asegurando que todos los permisos y certificados se otorguen únicamente a quienes cumplen con los requisitos legales y técnicos establecidos.
Una llamada a la responsabilidad
Este tipo de operativos pone de manifiesto la importancia de garantizar procesos de evaluación justos y seguros. Tanto la Jefatura Provincial de Tráfico como la Dirección General de Transportes de la Comunidad Valenciana han reiterado su compromiso de colaborar estrechamente con las fuerzas de seguridad para erradicar estas prácticas, preservando así la integridad de los exámenes y la seguridad vial en España.
