Historia de ‘Las calles de Castellón’ – Prólogo I – Parte 2

Historia de ‘Las calles de Castellón’ – Prólogo I – Parte 2

Primer prólogo de la segunda edición del libro 'Las calles de Castellón' - Segunda parte.

 

Las calles de Castellón, inicialmente fue un libro, más bien un librito, escrito por mi abuelo, Vicente Gimeno Michavila, en 1920, para dar a conocer a sus convecinos el porqué de los nombres de sus calles y de ese modo enseñar la historia de Castellón, donde vivían. Era un manual sencillo, breve, legible y ameno, fomentando el orgullo de pertenecer a un pueblo de hombres ilustres, que podían ser ejemplo, o esperanza.

2.- El nombre de las calles de Castellón

El libro las Calles de Castellón, sirvió a mi abuelo un honrado y convencido republicano de “derechas “, reformista y comprometido con el Partido Radical de Leroux y leal compañero de Gasset, a un fin a la vez educativo y propagandista.

Castellón, desde el año 1833 ha tenido Corporaciones liberales, y tras la guerra carlista, republicanas, mejor antimonárquicas y anticlericales. Algo lógico para una población sin nobleza ni aristócratas, sin grandes terratenientes ni laureados militares, y con el obispo bastante lejos, en Tortosa.

Castellón no dedicó ninguna plaza para Isabel II, ni a sus hijos los reyes Alfonso XII o XIII, solo el Pantano de María Cristina es una excepción porque tuvo financiación del Ministerio de Fomento.

Los nombres de la ciudad Castellón se dieron a buenos ejemplos de liberales – republicanos nacionales como Salmerón, Cherma, Zorrilla, Núñez de Arce, Fola, Falco, o locales como, Asensi, Gasset, Ballester, Ruiz Vila, Bayer etc., y por supuesto, muchos nombres de santos y del clero.

El sectarismo antimonárquico, y anticlerical fue un lujo que pagó caro la ciudad, que no solo no recibió el dinero de los jornales de la construcción de la muralla liberal, sino que Castellón quedó fuera de la lista del gobierno central para el desarrollo, y también apartado de la Iglesia, (colegios o institutos religiosos) siendo Castellón una ciudad notablemente discriminada respecto a otras capitales mas afines con el poder.

Mientras, la Corporación continuó poniendo los nombres republicanos y rebeldes, en la medida que podía, así llamo Rizal a una nueva calle del Grao, (Rizal fue fusilado por Alfonso XII), y una serie de republicanos progresistas, un ejemplo: Ruiz Zorrilla, inauguro personalmente la calle con su nombre tras un mitin en Castellón.

El primer gran cambio del estado, se dio con el Golpe de estado de la Dictadura en 1921, (la primera República no cuenta, aunque Castellón nombro la calle Salmerón), y con el se inició la afición, pelota, de cambiar los nombres de las calles: La calle Mayor paso a llamarse Primo de Rivera, el paseo Buenavista General Garcia Trejo, (que era el gobernador militar de Castellón que se alzó con Primo de Rivera). Por supuesto se desapareció el nombre de calle Rizal.

La II república, (la primera no tuvo tiempo), fue un verdadero cambio de estado, y lo primero que hizo, y prácticamente lo único en Castellón, fue cambiar nombres de las calles, era una manera económica de decir ahora mando yo.

El Gobernador del primer gobierno republicano- socialista cambio de un modo singular los títulos de los nombres de las calles, se quería acabar con la “casta” de un modo que hoy parece trivial. Así, Ingeniero Ballester, pasó a simplemente Ballester, Padre Vela a Vela, San Pedro a Pedro, Almirante Barceló a Barceló, etc. y las nuevas nombres republicanos: Blasco Ibáñez, plaza de la República. Y por supuesto a los héroes-mártires de la revolución republicana de Jaca: Gabriel y Galán y Hernández.

Durante la Guerra Civil II desde Octubre del 34 a Abril de 1939, y especialmente, a partir del Alzamiento militar del 18 de Julio de 1936 el nuevo gobierno municipal, (tras la dimisión del Alcalde (republicano) electo Tirado, por amenazas, el gobierno nombró en marzo de 1936 nuevo Alcalde y varios consejeros-concejales, sin elecciones, entendiendo que como habían ganado las elecciones generales, los concejales no representaban ya a nadie, y fue esta corporación la que a partir del 18 de Julio de 1936 cambiaron otra vez el nombre de las calles, imponiendo nombres acordes con la revolución socialista-anarquista, y así aparecen las calles: Unión soviética, Bilbao, Konsomol, Durruti, Pérez Salas etc.

Terminada la guerra civil en Castellón, en el mismo mes de Junio del 38 se cambian otra vez los nombres, y se rotulan con nuevos nombres: Plaza del Caudillo, General Mola, General Sanjurjo, Alcázar de Toledo, Navarra y Galicia (por los regimientos que liberaron Castellón), José Antonio, Calvo Sotelo, División Azul, etc.

El Régimen duro muchos años, 36, y a lo largo de ese tiempo se abrieron nuevas calles, la mayor parte con nombres inocuos de poblaciones, Benicarló, Peñíscola, Lucena, etc.( tú me nombras una calle a mí, y yo te nombro una calle a ti, lo que se celebraba en ambas poblaciones ), de científicos (Fleming), artistas (Buenosaires), literatos etc. Solo algunas calles excepcionales tuvieron nombre político: Cernuda y Velasco, Fernando el Católico (emblema de los falangistas), Alférez Provisional, Mártires del Barco, XXV años de Paz, Blasco Vichares, etc.

Otras muchas recibieron el nombre de castellonenses ilustres por sí mismas, aunque sin duda “afectas”, Arquitecto Traver, General Abriat, Santos Vivanco, Blasco Vichares, Soler Blasco, Ferrandis Salvador, Serrano Lloveras, etc.

La muerte de Franco, y el “espíritu de la Transición” impuso nuevos cambios, consensuados, como Puerta del Sol, Asensi, Plaza del Real, Gasset, Ruiz Zorrilla, Libertad, sustituyendo los nombres del régimen anterior por los antiguos, y a la vez se acordó mantener los nombres ilustres anteriores. Se cambiaron unos nombres como General Abriat (gobernador civil, que fue el verdadero motor e impulsor-creador de las fiestas de la Magdalena, y promotor del Pantano del Sitgar), a Rafalafena, y Mártires del Barco a Trabajadores de la Mar, Herrero Tejedor a Juez Borrull.

Otros no se cambiaron por afortunada ignorancia de los resentidos de siempre, calles como la Santos Vivancos, Blasco Vichares o Martin Alonso etc. Cambio que sin duda clamarán al leer este libro.

Poco después, en ese mismo espíritu, se dieron nombres a calles con el de ilustres castellonenses exilados, Sos Baynat, Botánico Royo, y a artistas que lógicamente por la edad colaboraron con el régimen, como todos: Bernat Artola, Miguel Peris , Soler Blasco, etc.

Después, dentro de ese mismo espíritu de la transición, se nombraron calles de políticos partidistas, como Pablo Iglesias, y también ilustres castellonenses como Pintor Carbó, Gimeno Michavila, Boera, Alcalde Fabra, o Serrano Suñer,(el cargo político mas alto, Ministro de Exteriores, de renombre internacional que ha tenido una persona vinculada a Castellón, fundador de la ONCE, y mecenas de las Becas de su apellido (por su hermano asesinado en la Modelo), solo comparable con Gasset que fue Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales).

Continuará…

José Luis Gimeno.

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