Innovador proyecto de robótica para niños con TEA en Vila-real

Innovador proyecto de robótica para niños con TEA en Vila-real

Fundación Flors lanza RoboTEA, un innovador proyecto de robótica educativa para mejorar la comprensión y gestión de las emociones en niños con TEA.

 

El centro Fundación Flors de Vila-real (Castellón), ha puesto en marcha RoboTEA, un innovador proyecto de robótica educativa con el objetivo de mejorar la comprensión y gestión de las emociones en niños con trastornos del espectro autista (TEA).

En esta escuela siempre han buscado ir un paso más allá, comprometiéndonos con la mejora de la sociedad a través de proyectos de servicio y aprendizaje. Basándose en el estudio «La robótica educativa utilizada en los casos de autismo infantil» de la Università degli Studi di Torino, este proyecto se ha convertido en una herramienta valiosa para fomentar la empatía y el conocimiento entre el alumnado sobre esta temática.

Para ello, aprovechan el potencial del robot Codey Rocky, que utilizan en las aulas para trabajar contenidos, programación robótica y participar en competiciones, dentro del proyecto educativo de robótica integrado en todas las etapas educativas.

Este robot es capaz de imitar expresiones emocionales mostrando caras en su pantalla y utilizando luces de colores.

El primer paso fue trabajar las emociones en el aula diseñando y creando caras y emojis con píxeles utilizando Codey Rocky. «Asociamos cada cara con un color específico para facilitar el reconocimiento de las emociones: rojo para la rabia, amarillo para la alegría, verde para la calma, morado para la tristeza y rosa para el amor». Además, el robot está programado para que sus luces y movimientos imiten cada emoción.

Posteriormente el equipo de Fundación Flors desarrollaron un juego con apoyo digital mediante PowerPoint que mostraba fotos del alumnado adoptando caras y expresiones faciales con diferentes emociones, con el fondo del color correspondiente. El alumnado, al reconocer la emoción, cogía la tarjeta del color asociado y la mostraba a RoboTEA, que reaccionaba según la emoción identificada.

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Este enfoque facilita que los niños con TEA aprendan a gestionar sus emociones y también permite que los alumnos neurotípicos comprendan las dificultades para reconocer y expresar sentimientos.

Para fortalecer este beneficio mutuo, hemos invitado a la asociación VILATEA, la primera organización local dedicada al Autismo, a participar en el proyecto RoboTEA.

Recuerdan desde la Fundación.

El próximo miércoles 12 visitarán la escuela para ofrecer una charla y realizar actividades prácticas. Esta colaboración permite comprender mejor sus experiencias y necesidades. Además, en el próximo curso implementarán este juego con alumnos TEA.

Este proyecto de robótica educativa ha demostrado ser una herramienta poderosa para fomentar la empatía, la inclusión y la comprensión mutua en la comunidad escolar.

Continuaremos trabajando para crear un entorno más comprensivo y solidario para toda nuestra comunidad educativa.

Concluye.