Los padres de la niña de Jérica fallecida por peritonitis han declarado hoy en el Juzgado.
Los padres de una menor de 12 años de Jérica (Castellón) que falleció a causa de una peritonitis han comparecido este lunes en el Juzgado número 4 de Sagunto para ratificar la querella interpuesta contra los médicos que atendieron a su hija en el centro de salud de Viver y en el Hospital de Sagunto. La acción legal acusa a los facultativos de presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave profesional y otros posibles delitos derivados de los hechos denunciados.
La querella detalla un grave proceso de desatención médica que, según los padres, derivó en la muerte de la menor. Los acontecimientos comenzaron el pasado 28 de enero de 2023, cuando la niña comenzó a sufrir un intenso dolor abdominal, que al día siguiente persistió junto con náuseas y vómitos. La madre decidió llevarla al servicio de Urgencias del centro de salud de Viver. Según consta en la denuncia, el médico de guardia diagnosticó un dolor abdominal no específico y recetó Primperán y Paracetamol.
A pesar del tratamiento, la situación no mejoró. El 1 de febrero, la madre llevó nuevamente a la menor al mismo centro sanitario debido al empeoramiento de los síntomas, que incluían vómitos, diarrea y la incapacidad casi total para ingerir alimentos. Sin embargo, según el relato de los hechos, en esta ocasión el médico no exploró físicamente a la niña y recriminó a la madre por acudir nuevamente a Urgencias, argumentando que los síntomas eran consecuencia de un virus y que era normal que tardaran en desaparecer. Pese a la insistencia de la madre, que manifestó preocupación porque su hija apenas podía moverse, el médico diagnosticó diarrea no especificada, recetó Motilium para los vómitos y recomendó dieta blanda e hidratación.
La situación empeoró aún más, y el 4 de febrero, el padre de la niña decidió llevarla a Urgencias del Hospital de Sagunto. Allí, una doctora atendió a la menor, pero, según la querella, descartó que existiera una patología urgente y decidió darla de alta.
El 5 de febrero, la tragedia se consumó. La niña sufrió un desvanecimiento en su domicilio, lo que llevó a sus padres a acudir nuevamente al centro de salud de Viver. En esta ocasión, la niña presentaba una parada cardiorrespiratoria. Aunque fue reanimada y estabilizada, tuvo que ser trasladada al Hospital Clínico de Valencia. En este centro, según la familia, el personal médico actuó con un trato «muy considerado», realizando pruebas que confirmaron la existencia de perforación intestinal, signos de peritonitis, posible isquemia y un shock multiorgánico. La gravedad del caso llevó a trasladarla de inmediato a quirófano, pero la menor falleció.
La querella presentada por los padres argumenta que los médicos acusados no aplicaron prácticas que podrían haber permitido un diagnóstico precoz de apendicitis aguda, como pruebas complementarias, a pesar del progresivo deterioro del estado de salud de la menor y de los síntomas que presentaba.
Durante la jornada de hoy también prestaron declaración ante la juez los hermanos de la menor fallecida y el representante de la aseguradora de la Generalitat Valenciana. Por otro lado, el próximo miércoles están citados a declarar, en calidad de investigados, los dos médicos que atendieron a la niña en el centro de salud de Viver, así como la doctora de Urgencias del Hospital de Sagunto y el responsable de este servicio.
El caso ha generado una gran conmoción en la comunidad, donde se sigue con atención el desarrollo de la investigación judicial.