El presidente de Alcer Castalia, Juan Doménech, considera que se trata de un servicio vital que, dado el carácter perecedero de los órganos, incrementaría las posibilidades de trasplante de los enfermos de la provincia
El presidente de la Diputación, José Martí, propondrá a los cuatro grupos políticos representados en la institución provincial la aprobación en el próximo pleno de una declaración institucional de apoyo a la reivindicación de Alcer Castalia para la creación en la provincia de Castellón de una unidad de trasplante renal. Así se lo ha manifestado al presidente de esta asociación, Juan Doménech, en el transcurso de la reunión que han mantenido hoy, con la que ha querido «dejar patente» su respaldo hacia esta iniciativa porque considera que «es una demanda legítima». La idea es consensuar un texto en el que se incluyan «compromisos y plazos» y que vaya en la línea de la Proposición No de Ley aprobada en 2018 en las Cortes Valencianas con el respaldo de todos los grupos, en la que se instaba a crear una unidad de trasplante renal en Castellón.
Martí ha recordado que en la actualidad hay dos unidades en Valencia y que probablemente habrá una tercera, y otras dos en Alicante, por lo que «tiene toda la lógica del mundo que en Castellón también dispongamos de un servicio de estas características, máxime, siendo la provincia que registra un mayor número de donaciones en la Comunitat Valenciana y una de las que tiene en España un mayor volumen de donantes».
Por su parte, el presidente de Alcer Castalia, Juan Doménech, ha agradecido el apoyo del presidente Martí y ha solicitado que Conselleria de Sanidad «cumpla su palabra y que haga lo que en su momento dijo que se haría para que no siga pareciendo que la distancia entre Castellón y Valencia es superior a los 70 kilómetros que nos separan por carretera». También ha solicitado que la conselleria concrete una fecha para la aprobación de la futura unidad de trasplantes.
El presidente de la asociación ha incidido en la importancia de contar en Castellón con una unidad de trasplantes, «que eliminaría las molestias de desplazamientos y coste económico que ahora sufren los enfermos renales y sus familiares». Además, ha mostrado su convencimiento de que «con una unidad de estas características en nuestra provincia aumentarían las posibilidades de que los enfermos sean trasplantados porque muchas veces la inmediatez y la cercanía física resultan determinantes en este tipo de procesos en los que juega un papel importante el posible deterioro de los órganos a trasplantar».