Durante el transcurso del año 2022, se registraron 193 casos de importaciones de frutas y hortalizas con presencia de sustancias activas cuyo uso está prohibido en la Unión Europea.
La organización agrícola LA UNIÓ ha enviado una carta al Ministro de Agricultura, Luis Planas, solicitando que siga el ejemplo de Francia en relación a las importaciones de productos agrícolas de países terceros, como los cítricos que utilizan sustancias activas no autorizadas en Europa, y prohíba su entrada durante un año.
La petición de LA UNIÓ se justifica por varios motivos, siendo el principal la coherencia con la política de la UE de prohibir el uso de ciertas sustancias activas para evitar riesgos para la salud de los consumidores europeos. La organización critica que se retiren ciertos productos fitosanitarios en la producción europea y luego se encuentren en los productos importados, lo que consideran un engaño para los ciudadanos de la UE.
Asimismo, la entrada de estos productos genera una competencia desleal para los agricultores de la Unión Europea que no cuentan con los mismos mecanismos de lucha contra las plagas, lo que aumenta los costes de producción y genera pérdidas en un porcentaje de fruta que no es útil para el mercado. El secretario general de LA UNIÓ, Carles Peris, señala,
Producimos cítricos durante muchos meses y no somos deficitarios, por lo que abogamos por una reciprocidad en materia de fitosanitarios respecto a las producciones de países terceros. La eliminación de estas sustancias activas nos ha provocado más dificultades para controlar las plagas y mayores costes productivos.
Además, LA UNIÓ advierte sobre las consecuencias para las exportaciones españolas y valencianas si uno de estos productos importados, tratados con sustancias prohibidas, es reexportado y se detectan trazas en su salida. Esto podría tener un impacto negativo significativo.
LA UNIÓ Llauradora ha utilizado como ejemplo destacado de la situación denunciada el problema de los residuos de Clorpirifos o Metil clorpirifos, sustancias que ya no están autorizadas en la UE desde 2020 y que se han detectado en frutas y hortalizas importadas, especialmente en cítricos. En 2022, se registraron un total de 193 alertas en la UE por presencia de estas sustancias activas en frutas y hortalizas importadas, siendo las que generan el mayor número de alertas.
En el caso de los cítricos, durante el año pasado, 146 alertas estuvieron relacionadas con estas sustancias activas de un total de 193. En las naranjas importadas que provocaron alertas sanitarias por la presencia de estas sustancias, el 80,65% de las alertas fueron por este motivo. Para las mandarinas, el 79,17% de las alertas estuvieron relacionadas con estas sustancias, y para los limones, el 63,24% de las alertas. En cuanto a los pomelos, todas las alertas sanitarias (100%) fueron debido a la detección de una de estas dos sustancias activas.
LA UNIÓ destaca que además del Clorpirifos y Metil clorpirifos, hay otras sustancias activas prohibidas en la UE que se utilizan en países terceros y de las cuales se detectan residuos en productos importados. Por esta razón, la organización solicita al Ministro Planas que siga el ejemplo de su homólogo francés, quien ha prohibido durante un año la importación de cerezas de países terceros en los que el fosmet está permitido.
La organización solicita que se realice un análisis de riesgo sobre las importaciones de productos de lugares en los que se utilizan sustancias no autorizadas en la UE. A partir de los resultados, se deben adoptar las restricciones necesarias para proteger la salud de los consumidores y evitar la competencia desleal que distorsiona los mercados de las producciones locales.