El macro contrato unificado de basuras y limpieza vial de Vila-real arranca con el descontento de las trabajadoras de PreZero.
Las trabajadoras de PreZero Vila-real organizadas a través de un nuevo sindicato (COS), denuncian las condiciones laborales y la opacidad de la compañía frente a la nueva empresa que administrará la recogida de restos y limpieza de Vila-real (UTE PreZero con Urbasser).
Las trabajadoras, desde su sindicato denuncian,
Con salarios que no llegan al SMI, trabajando días festivos y efectuando servicios extras como son los mercadillos, fútbol, fiestas y demás acontecimientos.
Las trabajadoras de PreZero manifiestan que han visto como «han alterado absolutamente las condiciones de su trabajo, que si ya eran deplorables ya antes de la UTE, ahora se ven con la carga de aceptar asimismo la recogida de basura». Denuncian falta de personal, las condiciones en las que se halla la maquinaria, como unas instalaciones que no cumplen con la normativa.
Sin un acuerdo propio que regule su trabajo y frente a la negativa de la compañía de repasar y actualizarlo, los trabajadores se han organizado para demandar los derechos que se les están negando, cinco años sin subida de salario y con la negativa de la compañía de comprobar el acuerdo, el descontento de la plantilla se agudiza desde el día 1 de agosto en el que debieron firmar la subrogación a la UTE sin que absolutamente nadie les informará anteriormente, alterando por completo las condiciones.
Las reclamaciones de la plantilla, conforme el sindicato, son claras:
-Trasparencia sobre la UTE, plantilla, funciones y procesos de trabajo, como exactamente los mismos derechos para todas y cada una de las trabajadoras.
-Creación de un acuerdo aplicable al centro de trabajo que especifique todos y cada uno de los detalles que el acuerdo sectorial no llega a precisar, como la jornada, los descansos, las tablas salariales, los protocolos para días especiales.
-Que se escuchen y respondan las reclamaciones de las trabajadoras, a las que la compañía ha hecho oídos sordos.
Vila-real avanza, mas no en derechos laborales. Tener una urbe limpia y cuidada es preciso, mas no a costa de la precariedad y la salud física y mental de quien hace que eso resulte posible.
Han zanjado desde el sindicato, COS.