Por segundo año consecutivo, los charrancitos comunes vuelven a criar en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares en Castellón.
El Consorcio gestor del Paisaje Protegido, compuesto por los Ayuntamientos de Vila-real, Almassora, Burriana, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana, en colaboración con la Sociedad Española de Ornitología, SEO-Birdlife y el grupo ecologista GER, ha detectado la presencia de al menos tres parejas de charrancitos comunes (Sternula albifrons) en la playa de les Goles.
Los ornitólogos han confirmado la presencia de varios huevos y polluelos camuflados entre las piedras. Esta noticia es de gran importancia para la biodiversidad del paraje fluvial, ya que esta especie no criaba en la desembocadura del río Mijares desde hace treinta y dos años, según los registros del Banco de Datos de Biodiversidad de la Generalitat Valenciana. Sin embargo, ahora ha vuelto a hacerlo por segundo verano consecutivo.
El Servicio de Guardería Rural del Consorcio río Mijares ha estado realizando un seguimiento especial de esta pequeña colonia desde la pasada primavera, cuando se detectó la presencia de las primeras aves. De hecho, el pasado 1 de julio se contabilizaron hasta 21 charrancitos comunes en la zona, y en estos días se han avistado hasta 23 ejemplares.
El Grupo de Estudio y Protección de las Rapaces-Ecologistas en Acción también ha localizado varios huevos y polluelos camuflados entre las piedras de la restinga. Por su parte, SEO-Birdlife considera que el aumento de individuos en la zona con respecto a 2022 está relacionado con la nidificación por segundo año consecutivo de tres parejas de charrancitos comunes y la presencia de otros individuos en migración post-nupcial procedentes de zonas húmedas cercanas, como el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca.
El seguimiento de los charrancitos comunes en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares se lleva a cabo gracias al desarrollo del proyecto «Renaturalización de Playas para el Chorlitejo patinegro«, promovido desde 2020 por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), y en el cual también participan desde 2021 el Consorcio río Mijares y el Ayuntamiento de Almassora. Este proyecto está desempeñando un papel crucial en la restauración y mejora de las poblaciones de aves nidificantes en las playas.
Gracias a esta iniciativa, se están llevando a cabo importantes actuaciones de restauración, que son fundamentales para preservar y mejorar el hábitat de estas aves en las playas. El esfuerzo conjunto entre la sociedad civil, las autoridades locales y el Consorcio río Mijares ha permitido un seguimiento más detallado y cuidadoso de las poblaciones de charrancitos comunes en el área protegida.
La colaboración entre todos los actores involucrados ha sido clave para garantizar el éxito del proyecto y contribuir a la conservación de esta especie en la zona. El desarrollo sostenible y la protección de la biodiversidad son objetivos fundamentales de esta iniciativa, que busca fomentar el equilibrio entre el uso humano de las playas y la preservación del ecosistema para la fauna silvestre, en este caso, para el charrancito patinegro.
El trabajo conjunto y coordinado entre la Sociedad Española de Ornitología, el Consorcio río Mijares y el Ayuntamiento de Almassora ha permitido avanzar en la restauración y conservación de estos espacios naturales tan valiosos. La observación y seguimiento constante de la población de charrancitos comunes en la playa de les Goles es un ejemplo concreto del éxito de esta colaboración en pro de la biodiversidad y el medio ambiente.
ACTUACIONES FUTURAS
La nidificación por segundo año consecutivo en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares es una noticia excepcional para la biodiversidad de la zona húmeda. Es importante recordar,
Los charrancitos comunes son aves marinas que depositan sus huevos en el suelo, entre las piedras, quedando expuestos a diversos peligros como la presencia de gatos, perros sueltos, pescadores o bañistas.
El objetivo más inmediato, destacan los especialistas, es asegurar que los nuevos polluelos puedan volar y, para el próximo año, establecer zonas protegidas específicas para esta especie.
Una medida que está siendo estudiada es la construcción de una plataforma flotante naturalizada, permitiendo que los charrancitos puedan establecerse en un lugar alejado de posibles depredadores o molestias. Aunque se trata de una especie poco exigente, no tolera perturbaciones en sus colonias de cría.
Además, se suma el problema de la alteración del paisaje litoral y la destrucción de los sistemas dunares, lo cual provoca una falta de lugares alternativos de nidificación, limitando así el crecimiento y mantenimiento de su población.
Los charrancitos comunes que han logrado sacar adelante sus crías en la playa de las Goles, dentro del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, necesitan algo tan simple como es la tranquilidad. Es vital evitar las molestias de los bañistas dentro de las áreas delimitadas, respetar las distancias con las estructuras de protección y, sobre todo, controlar la presencia de perros en la playa que puedan perjudicar el futuro de estas importantes puestas para la biodiversidad del área fluvial protegida.
Por este motivo, el Consorcio río Mijares, a través del Servicio de Guardería Rural y los técnicos del Consorcio, ha llevado a cabo una vigilancia exhaustiva desde principios del mes de junio. El seguimiento se realiza diariamente, tanto a primera hora de la mañana como a última de la tarde, cuando es más probable la presencia de personas con perros en la playa de les Goles, quienes siempre deben llevarlos atados según lo indica el PRUG del paraje.
ESPECIE PROTEGIDA Y AMENAZADA
El charrancito común es la especie más pequeña de los charranes. En el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazadas se le clasifica como vulnerable, mientras que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo considera como casi amenazado. En la Comunitat Valenciana, es un ave que nidifica de forma puntual a lo largo del litoral.
Principalmente, construye sus nidos en el suelo, rodeados de vegetación no demasiado densa, en playas de deltas y saladares de las principales zonas húmedas de la geografía valenciana.
Según SEO/BirdLife, la población de este pequeño charrán en España es una de las más importantes en el ámbito europeo. En la Comunitat Valenciana, la población nidificante ha oscilado alrededor de unas 400 parejas en promedio desde los años ochenta. Sin embargo, se ha observado una tendencia negativa, similar a la de otras especies de charranes, con cifras máximas que superaban las 500 parejas en 1995 y mínimos por debajo de las 300 parejas en los últimos años.
La principal área de cría se encuentra en las salinas de Santa Pola, donde se mantienen efectivos superiores a las 200 parejas, aunque con una ligera tendencia regresiva. La segunda área más importante es la Albufera de València, donde la especie ha llegado a contar con 200 parejas, beneficiada por la regeneración de la reserva del Rincón de la Olla en 1993.
No obstante, los efectivos han experimentado una marcada disminución, situándose recientemente por debajo de los del puerto de Valencia, en superficies no utilizadas del espigón Príncipe Felipe. La ubicación más cercana donde el charrancito común ha criado con respecto a la playa de las Goles, aunque de forma escasa, es en El Prat de Cabanes-Torreblanca en 1994.