La imagen data del Siglo XVII y ha sido descubierta durante la intervención que lleva a cabo Cultura en el interior de la torre
Los trabajos de restauración del Fadrí que está llevando a cabo el Museo de la Ciudad de Castellón (MUCC) han sacado a la luz una pintura mural originaria del XVII y que representa la Sagrada Familia de María. En la imagen, aparecen la Virgen María de niña, Santa Ana y San Joaquín, y el hallazgo ha demostrado que “tenemos aquí un ejemplar muy singular y al quel le tenemos que dar la importancia que merece, puesto que las representaciones más habituales son de Sant Josep, la virgen y Jesús”.
Así lo ha explicado la regidora de Cultura del Ayuntamiento de Castellón, Verónica Ruiz, quien ha visitado los trabajos de restauración del interior de la torre acompañada por la directora del MUCC, Ana Meseguer, el restaurador Jose María Juan y el personal de inspección de la Consellería de Cultura. “Queremos dar valor y conversar como es debido una de las pocas muestras pictóricas de murales que tiene el Fadrí y que ahora ha demostrado su relevancia histórica”, ha apuntado la edil al respecto de los trabajos de restauración
Según un estudio previo a la actuación, se pensaba que la pintura mural correspondía a la Sagrada Familia de Jesús (con San José y la virgen). La técnica de la obra, según este estudio, és de pintura al temple y la restauración ha permitido descubrir que está en muy buen estado de conservación a pesar de las lagunas.
Así, los trabajos de restauración empezaron el pasado 14 de octubre y tienen como objetivo recuperar las pinturas murales situadas a la sala de la prisión de la torre del campanario. La suciedad acumulada por el paso del tiempo había tapado la imagen original e impedía apreciar los detalles.
La intervención quiere recuperar la gama cromática original, así como estabilizar la superficie y hacer que la obra sea nuevamente legible por el público. Sin embargo, el Fadrí se encuentra cerrado a las visitas turísticas por cumplimiento de los protocolos sanitarios, puesto que las dimensiones de las escaleras de acceso a la parte superior dificultan la posibilidad de mantener las distancias interpersonales.