Romeras y romeros han comenzado su camino, que culminará mañana cuando la Virgen entre por el Portal de los Estudios alrededor de las 21:00 horas.
Morella se prepara para celebrar su fiesta más significativa, que se realiza cada seis años. Uno de los momentos más emotivos de esta festividad es la entrada de la patrona, la Virgen de Vallivana, al Pla dels Estudis, donde es recibida por miles de personas. Hoy, la jornada está marcada por la salida de la Rogativa desde Morella hacia el santuario de Vallivana, para buscar la imagen de la Virgen y acompañarla de regreso al pueblo mañana, en un recorrido inverso.
La corporación municipal participa en esta Rogativa especial del 55 Sexenni, con la presencia del alcalde de Morella, Bernabé Sangüesa, y los concejales. Además, también acompañan a los aletos de la Virgen.
Durante la Rogativa, la bandera blanca marca el paso, seguida de la cruz y el resto de la multitud. Mientras avanzan, los cánticos de veneración a la patrona resuenan. El recorrido sigue el mismo trazado de años anteriores, atravesando caminos y senderos rehabilitados, con paradas en el Hostal Nou, la Torreta y el nuevo Pont de la Bota, evitando la carretera N-232.
Es importante recordar que la Rogativa se celebra el primer sábado de mayo, excepto en los años sexenales, cuando se realiza el día anterior a la entrada de la Virgen María en Morella para conmemorar el Sexenio. En octubre, la imagen volverá al Santuario.
Además de la Rogativa, este viernes Morella se dedica al montaje de los elementos decorativos para el 55 Sexenni. Los vecinos de la localidad instalan tapices de papel rizado y otros adornos en las principales calles por las que transcurren las procesiones y retablos. Desde hace más de un año, los morellanos han trabajado intensamente en la elaboración de estos tapices.
En total, 15 calles y dos conventos emplearán esta técnica artesanal única en España, que utiliza diferentes formas de plegar papel de seda para decorar la ciudad. Los adornos se completarán esta misma noche para recibir a la Virgen de Vallivana con el mejor engalanamiento posible. En total, se utilizan más de dos kilómetros de tapices y alrededor de 3,000 kilómetros de tiras de papel rizado de un centímetro de ancho. Esta singular artesanía cobra una importancia especial, destacando la tradición que revive la población morellana cada seis años.