El año pasado, se enfatizó la importancia de aumentar las tasas de vacunación contra la gripe, especialmente entre el personal sanitario.
Este martes, la Comisión de Salud Pública, que reúne a representantes de todas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, se reunirá para discutir la actualización de los criterios para la próxima campaña de vacunación contra la gripe y la COVID-19.
La semana pasada, el ministro de Sanidad, José Miñones, y la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), María Jesús Lamas, se reunieron para abordar la campaña de vacunación de la temporada 2023-2024 que comenzará este otoño.
Varias comunidades autónomas, como Cantabria, la Comunitat Valenciana, Galicia o Madrid, ya han anunciado que están finalizando sus preparativos. En esta temporada de otoño, las CCAA comenzarán a vacunar contra la gripe a niños de 6 a 59 meses, según el nuevo calendario de vacunación, y también podrán incluir la inmunización de bebés menores de 6 meses contra el virus respiratorio sincitial (VRS), causante de bronquiolitis y neumonías.
Desde la temporada 2021-2022, la vacunación contra la gripe ha coincidido con la de la COVID-19. Se espera que la organización sea similar y que la campaña de vacunación comience en octubre, según un documento aprobado por la Comisión de Salud Pública en julio de 2023, aunque la fecha podría ajustarse según la disponibilidad de vacunas.
Además, como en años anteriores, se considera la posibilidad de priorizar la vacunación en residencias de mayores, otros centros de atención a la discapacidad y personas de 80 años o más. También se destaca la importancia de priorizar la vacunación del personal sanitario y sociosanitario.
El informe con las ‘Recomendaciones de vacunación frente a gripe y COVID-19 en la temporada 2023-2024 en España’, publicado hace casi dos meses, recomienda la vacunación contra la COVID-19 en otoño e invierno (2023-2024) para grupos de población específicos, excluyendo a la población infantil y adulta que no pertenezca a estos grupos.
Sin embargo, estas recomendaciones podrían cambiar en función de la evolución de la situación epidemiológica, nueva evidencia científica y la disponibilidad de vacunas. El año pasado, se enfatizó la importancia de aumentar las tasas de vacunación contra la gripe, especialmente entre el personal sanitario, personas mayores y aquellos con condiciones de riesgo, debido al riesgo de coinfección con el virus de la COVID-19.
El objetivo principal de esta campaña es proteger a las personas más vulnerables a la gripe y reducir su incidencia en los grupos de riesgo, contribuyendo a aliviar la presión sobre los servicios de salud.