El proyecto implica duplicar la capacidad de la carretera N-220, convirtiéndola en dos carriles por sentido para evitar congestiones en horas punta.
La representante del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, resalta que las obras de duplicación de la calzada de la N-220, vía de acceso al aeropuerto de Valencia, tendrán un impacto positivo en la fluidez del tráfico y la seguridad vial, además de transformar la apariencia de Manises.
La ciudad ganará un área verde recreativa y deportiva, mejorando así la convivencia y la calidad de vida.
Bernabé subraya que esta intervención facilitará las conexiones entre los polígonos industriales como Fuente del Jarro, lo que impulsará la competitividad empresarial y la conectividad en la región. Asimismo, enfatiza que mejorará el acceso al aeropuerto, una infraestructura crucial para la zona.
El proyecto implica duplicar la capacidad de la carretera N-220, convirtiéndola en dos carriles por sentido para evitar congestiones en horas punta.
También incluye la creación de un enlace entre la autovía V-30 y Manises, así como la conexión peatonal y ciclista con el aeropuerto y el centro urbano de la localidad.
Además, se desarrollará un área verde de 20.000 metros cuadrados en Manises, con instalaciones deportivas y parque infantil, que promoverá la integración entre las zonas del municipio divididas por la actual N-220.
La cubrición de la carretera y el desvío del tráfico subterráneo reducirán significativamente el ruido para los residentes locales. También se mejorará el acceso al polígono industrial Fuente del Jarro de Paterna mediante la construcción de vías colectoras en el enlace de la V-30.
Recientemente, se adjudicaron obras complementarias por 3,8 millones de euros para mejorar el acceso desde la V-11 a la A-3 en dirección a Madrid, lo que mejorará la seguridad vial al evitar el paso por la glorieta actual.
Estas inversiones, que superan los 94 millones de euros, demuestran el compromiso del Gobierno de España con la Comunitat Valenciana, sus municipios, empresas, infraestructuras estratégicas y la calidad de vida de sus habitantes.
Concluye, Bernabé.
