
La manifestación, convocada por la Plataforma por la España Constitucional, contó con el respaldo de PP y Vox.
Bajo el lema «Por la dignidad de España: Sánchez dimisión, elecciones ya«, miles de personas se congregaron este sábado en la Plaza de Colón de Madrid para exigir la renuncia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la convocatoria inmediata de elecciones generales. La protesta, organizada por la Plataforma por la España Constitucional, que agrupa a más de un centenar de asociaciones cívicas, contó con el respaldo de representantes del Partido Popular (PP) y Vox, quienes coincidieron en la necesidad de un cambio político urgente en el país. Según los organizadores, la manifestación reunió a unas 200.000 personas, mientras que la Delegación del Gobierno en Madrid cifró la asistencia en 25.000 personas.
Una protesta contra el «deterioro democrático»
La Plataforma por la España Constitucional, que incluye asociaciones como Unión 78, Neos, Resiste España, Foro España Cívica, Pie en Pared y Foro Libertad y Alternativa, justificó la convocatoria por lo que consideran un «deterioro democrático y político inaceptable» en España. En un comunicado, los promotores denunciaron,
El Gobierno de Sánchez está enfangado en un proceso de deconstrucción constitucional, atrapado en su propia red de cesiones y corrupción, incapaz de aprobar unos presupuestos y cautivo de unos socios cuyo objetivo declarado es destruir nuestra nación.
Entre los motivos esgrimidos para la protesta se encuentran los «escándalos de corrupción» que, según los organizadores, rodean al entorno del presidente, la «colonización de instituciones», las cesiones a partidos independentistas como la amnistía del ‘procés’ o el cupo catalán, y la incapacidad del Ejecutivo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Además, se criticó duramente la gestión de servicios públicos, señalando el reciente apagón del 28 de abril como un «símbolo de la descomposición» del país.
Los convocantes instaron a la ciudadanía a «tomar democráticamente la calle» para expresar su indignación, subrayando que estas manifestaciones no son meros actos de desahogo, sino «expresiones de un estado de opinión con efectos palpables» que buscan movilizar a la sociedad y frenar los «atropellos» del Gobierno.
Discursos de alto voltaje
La concentración contó con intervenciones destacadas desde un atril en la Plaza de Colón. La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó que la dimisión de Sánchez no se pide solo por «haber demostrado ser un mentiroso» o por «gobernar con los comunistas», sino por la necesidad de «recuperar la dignidad de España». Por su parte, el exvicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, aseguró que los manifestantes son «ciudadanos libres dispuestos a defender su nación» y predijo que España «surgirá de esta etapa sombría que se ha venido a llamar sanchismo» con estabilidad y prosperidad. El exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto también tomó la palabra, acusando a Sánchez de liderar un Gobierno que «coloniza las instituciones» y provoca «inseguridad en las calles».
El acto, que se desarrolló bajo una lluvia intermitente, estuvo marcado por consignas como «Sánchez dimisión», «Viva España» y «Viva la libertad», acompañadas por banderas de España y, en menor medida, de la Unión Europea. Algunas pancartas exhibieron mensajes como «Gobierno igual a mafia» o «Sánchez y Puigdemont, a prisión», y se reportaron cánticos xenófobos como «Más muros, menos moros», según medios presentes en la protesta.
PP y Vox: unidad en la protesta, tensiones en el trasfondo
La manifestación reunió a figuras destacadas de PP y Vox, aunque la relación entre ambos partidos ha estado marcada por tensiones en los últimos meses. Por parte del PP, asistieron el portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, y la diputada Cayetana Álvarez de Toledo. Tellado calificó al Gobierno de Sánchez como «fallido» y señaló que España vive una «situación insostenible» debido a la «corrupción» y a la influencia de partidos independentistas y «extremistas». Sin embargo, descartó presentar una moción de censura, argumentando que no existe una mayoría parlamentaria viable para que prospere. En su lugar, insistió en que Sánchez debe convocar elecciones para que «los españoles decidan el futuro del país».
Vox, representado por portavoces como Isabel Pérez y Javier Ortega Smith, adoptó un tono más contundente, refiriéndose a Sánchez como «Pedro Chávez» y acusando al Gobierno de estar «rodeado de corrupción y basura moral». Desde Vox emplazaron al PP a no alcanzar acuerdos con el Ejecutivo y a unirse en la exigencia de elecciones anticipadas, argumentando que España está en una situación de «supervivencia nacional». Aunque Vox expresó su disposición a apoyar una moción de censura liderada por el PP, siempre que sea para convocar elecciones inmediatas y no implique cesiones a partidos independentistas, también criticaron al PP por pactos previos con el PSOE, como en el Consejo General del Poder Judicial.
Esta no es la primera vez que PP y Vox respaldan una protesta conjunta. El pasado 20 de octubre de 2024, ambos partidos se sumaron a una manifestación similar en la Plaza de Castilla, también organizada por la Plataforma por la España Constitucional, bajo el lema «Por la unidad, la dignidad, la ley y la libertad. ¡Elecciones generales ya!». En esa ocasión, los organizadores cifraron la asistencia en 400.000 personas, mientras que la Delegación del Gobierno reportó 25.000 asistentes.
Contexto político y reacciones
La protesta se produce en un momento de debilidad para el Gobierno de Sánchez, que enfrenta dificultades para aprobar los Presupuestos de 2025 y críticas por casos de presunta corrupción en su entorno, como la investigación al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, o las acusaciones contra la esposa del presidente, Begoña Gómez. Además, las cesiones a socios independentistas, como la amnistía para los líderes del ‘procés’, han avivado el descontento de sectores conservadores.
Fuentes del Gobierno consideran que manifestaciones como esta fortalecen su mayoría parlamentaria al mostrar «lo que hay enfrente», refiriéndose a la oposición de derecha y ultraderecha. Sánchez, por su parte, ha reiterado su intención de agotar la legislatura hasta 2027, descartando un adelanto electoral.
Fotografía portada: X/@ppmadrid.