Los himnos nacional, regional o local solo lo son realmente cuando son respetados y honrados por la sociedad.
El himno nacional, regional o local, formalmente adquiere su entidad cuando es reconocido legalmente como representación de un territorio y sus habitantes, pero realmente la adquiere cuando es respetado y honrado por la sociedad.
Aconteció el último 9 de octubre, día de la Comunidad Valenciana.
En la ciudad de Castellón, se celebró con gran solemnidad en la plaza Mayor. Se desarrolló con piezas de la Banda Municipal, una representación de las “tres culturas” y se aprovechó para hacer un merecido homenaje a la Dolçaina i Tabal.
Al finalizar, como no podía ser de otra manera, se interpretaron el himno autonómico y el nacional con el respeto fehaciente de casi todos los presentes.
Pero hete aquí que al día siguiente nos levantamos con la sorpresa, suponemos que cierta, difundida por las redes sociales, de que aprovechando la entrega del galardón “Valenciá del Any” en el Salón de Plenos del Ayuntamiento ese mismo 9 de octubre, el acto finalizó con la interpretación de la Muixeranga. Y no sería cuestionable si se hubiera limitado a eso, a la ejecución musical de una preciosa y entrañable melodía tradicional y popular valenciana, magistralmente ejecutada por el gran músico y “dolçainer” Pep Oria, al que aprovecho para dar la enhorabuena públicamente por el premio recibido.
Mas no fue así, porque el hecho de que a la hora de su interpretación y así se ve en el vídeo difundido, los patronos de la Fundación Huguet (promotora del acto), autoridades y público en general se pusieran de pie, implicaba un tratamiento de honor que solo corresponde a los himnos oficiales.
Los allí presentes ¿quisieron dar ese rango a la Muixeranga?
Algunas autoridades, como consecuencia del abuso por parte de la organización, del pluralismo, la tolerancia y la cortesía institucional ¿se vieron forzadas a levantarse?
Con la excepción del Trienio Liberal y de la Segunda República, desde el siglo XVII la “Marcha Real” ha sido considerada el Himno de España, ya en la Democracia fue oficializado, en la versión de Francisco Grau, por un Real Decreto de octubre de 1997, cuando el Estado español adquirió los derechos de autor, hasta entonces pertenecientes a la familia de Pérez Casas.
El 4 de diciembre de 1984, siendo ‘President’, Joan Lerma, las Cortes Valencianas aprobaron la ley que regulaba y oficializaba los símbolos de la Comunidad Valenciana así como su utilización. En lo referente al Himno de la Comunidad se aprobaba como tal el “Himno de la Exposición Regional de 1909” del Maestro Serrano. Este ya había sido aceptado y aprobado en mayo de 1925 por los Alcaldes de Castellón, Valencia y Alicante.
A día de hoy así se mantiene pese a los rifirrafes parlamentarios en “les Corts” con la aprobación de la “Ley 6/2015, de 2 de abril, de Reconocimiento, Protección y Promoción de las Señas de Identidad del Pueblo Valenciano” y su posterior derogación con la “Ley 1/2016, de 26 de enero”.
En cuanto a su utilización se disponía que,
En los actos solemnes que se celebren en el territorio de la Comunidad Valenciana, el himno oficial será interpretado conjuntamente con el himno nacional, precediéndolo en el orden de interpretación, podrá interpretarse indistintamente con su letra en castellano, con su letra en valenciano o sin letra.
El Himno oficial de Castellón de la Plana, así reconocido administrativamente, siendo alcalde José Luis Gimeno, es la “Marcha de la Ciudad”, composición memorable de la hija predilecta Matilde Salvador.
Utilizado hoy en día en los actos oficiales, es conocido también por toda la ciudadanía porque da solemnidad como entrada musical y protocolaria al“Pregó” de las Fiestas, cuando es cantado el sábado anterior al día grande por las principales calles de nuestra querida capital.
Aunque la mayoría de valencianos acepta y canta “la ofrenda de glorias valencianas a España” del himno oficial de la Comunidad, la Muixeranga es el himno que los valencianos separatistas han hecho propio para diferenciarse del oficial de la Comunidad Valenciana erigiéndolo como himno del “País Valencia” inmerso en los “Països Catalans”.
No debemos ni podemos olvidar que La Muixeranga de Algemesí, conjunto de actividades de origen religioso con música, danzas y torres humanas, se integra en las Fiestas de la Virgen de la Salud en Algemesí, y fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el año 2011, siendo President de la Generalitat, Alberto Fabra.
Tras el paso de la dictadura por nuestras tierras (36 años), en los sesenta del siglo pasado surge la necesidad de un himno reivindicativo del nacionalismo y/o separatismo. En ese momento, sin tener en cuenta los himnos de principios del siglo XX cuales fueron: “Vent de Ponent”, de 1917 y “Cançó de lluita” de 1922, surgen tímidas iniciativas. Como nos recuerda Pérez Moragon,
Se tomaron por himnos de resistencia canciones de Raimon, especialmente Al vent, o de Al Tall, como Darrer diumenge d’octubre. Hasta sonaba reivindicativo cantar El tio Pep se’n va a Muro…
Cuenta la leyenda que: “Joan Fuster, el padre de las letras valencianas contemporáneas, paseaba con el editor y activista cultural Eliseu Climent por un pueblecito cuando escucharon a un chaval tocando con una dulzaina esa melodía repetitiva y vibrante (la Muixeranga). Inmersos en un intenso estado emocional, los dos intelectuales le pidieron al xiquet que la volviera y volviera a tocar. El chaval les dijo que bien pero que tenían que pagarle una peseta “rubia”. Así fue y así empezó el largo peregrinaje de los paseantes para conseguir que el nuevo himno oficial del País Valencià nada tuviera que ver con ofrendas de nuevas glorias a España.”
Otra tesis es la reflejada por Pérez Moragon,
Fue en aquellos años, hacia 1966, cuando emergió la música de la Muixeranga como himno oficioso, para la gente que ideológicamente se coloca en la parte de enfrente a lo que representa el Himno regional. El cantante de Al Tall, Vicent Torrent, le ha puesto letra. Así gana fuerza como himno valencianista.
Trescientos años después de que Felipe V, el primer Borbón aboliera las instituciones y las señas de identidad valencianas con los Decretos de Nueva Planta, la Comunidad Valenciana y la Democracia los han recuperado en la forma que los valencianos han deseado democrática y mayoritariamente.
Pero en actos como el del Salón de Plenos el 9 de octubre pasado ¿Quién pretendía ocultar la realidad?
En tu casa puedes hacer lo que desees, pero en la casa de todos los castellonenses, pienso yo que hay que actuar con respeto institucional. La Muixeranga es la Muixeranga y el Himno de la Comunidad Valenciana, es el que es.
Miguel Ángel Mulet i Taló