Prevaricación institucional

Prevaricación institucional

Les hablaba ayer de impunidad y me quedé corto. En España, y más concretamente en Castellón de la Plana, lo que hay es una falta de vergüenza que raya con la delincuencia institucional. Recuerdo que hace algunos años un magistrado de prestigio me comentaba que donde más se prevaricaba era en los juzgados y empiezo...

Les hablaba ayer de impunidad y me quedé corto. En España, y más concretamente en Castellón de la Plana, lo que hay es una falta de vergüenza que raya con la delincuencia institucional.

Recuerdo que hace algunos años un magistrado de prestigio me comentaba que donde más se prevaricaba era en los juzgados y empiezo a pensar que tenía razón pero que se olvidó del resto de las instituciones regidas por cobardes traidores.

Antes de seguir, quiero exculpar a casi todos los miembros de los  cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, a excepción de los autonómicos, ya que se limitan a cumplir órdenes y su sentido del deber les lleva a no tomar decisiones por su cuenta que además les supondrían graves sanciones por parte del Ministerio o  provenientes incluso de esa nueva clase de mandos acomodados al ascenso fácil.

Lo ocurrido ayer en Castellón, de lo que aporto pruebas gráficas, es el sumun de la impunidad y la demostración fehaciente de la inacción de nuestros dirigentes ante el insulto y la ilegalidad.

Si a usted se le ocurre mañana sacar a la calle una  bandera de España con el águila de San Juan aparecerá inmediatamente algún político o fiscal adepto al régimen que para hacer méritos ordenaría su detención.

A esta gentuza no, lo suyo es libertad de expresión rodeados de las ilegales banderas republicanas y esteladas. No podía faltar, deben seguir protegiendo las generosas subvenciones que reciben, la enseña del lobby LGTBI.

 A última hora de la tarde de ayer nos enteramos del varapalo que el Tribunal Supremo le dio a la nueva Presidente del Congreso que debiera ser la más breve de la historia en su cargo y dimitir mañana mismo por alargar el proceso de suspensión inmediata de sus funciones, como así lo manda la Ley y el Reglamento de la cámara baja, de los políticos presos electos. . No se preocupen, será una tontería acusarle de prevaricación ya que habría que solicitar suplicatorio al Congreso y este, evidentemente, no lo concedería.

Aún estamos a viernes y se puede pedir el voto así que les animo a votar a algún partido político que lleve en su programa la extinción de la traición impune y el estricto acatamiento de la Constitución y de las leyes. Si buscan voto útil, al menos para esto, llegarán a la conclusión de que sólo hay unas siglas a las que pueden votar, les doy una pista, es joven y de tres letras.