La Fiscalía de Marsella le imputa varios delitos graves, entre ellos lesiones involuntarias y puesta en peligro de la vida de terceros.
El autobús, que se accidentó el pasado domingo en Porté-Puymorens, Francia, mientras regresaba de Andorra hacia Barcelona, presentaba numerosas irregularidades. Según la investigación, el vehículo tenía la ITV caducada desde 2023, y el tacógrafo, dispositivo que registra la velocidad y los tiempos de conducción, se encontraba desactivado. Además, las autoridades han informado que el conductor, un hombre de 50 años, dio positivo en cocaína, específicamente en benzoilecgonina (BZE), el principal metabolito de esta droga. Este resultado sugiere que el conductor había consumido cocaína poco antes del accidente.
Fallos mecánicos y negligencia del conductor
De acuerdo con el informe preliminar, el accidente podría haber sido causado por un fallo en el sistema de frenos del autobús, el cual había mostrado problemas mecánicos poco antes del siniestro, mientras el vehículo circulaba por Pas de la Casa (Andorra). El conductor, que también era responsable del mantenimiento del autobús, decidió no detener el viaje a pesar de las irregularidades detectadas. En un tramo de pendiente descendente de una carretera de montaña, y ante la imposibilidad de controlar el vehículo, decidió estrellarlo contra una cornisa rocosa para evitar un desastre mayor.
El autobús transportaba a 49 pasajeros, en su mayoría de nacionalidad española y colombiana, que habían viajado a Andorra para aprovechar las ofertas del ‘Black Friday’. Entre las víctimas se encuentran dos fallecidas: Luisa Fernanda Escobar Castillo (24 años) y Claudia Patricia Palacio Mejía (45 años), ambas de origen colombiano. Además, 32 personas resultaron hospitalizadas en España y 9 en Francia, seis de las cuales continuaban ingresadas hasta este viernes.
Acusaciones y cargos contra el conductor
La Fiscalía de Marsella ha imputado al conductor por varios delitos, entre ellos homicidio involuntario y lesiones involuntarias con incapacidad laboral inferior a tres meses, agravados por la «violación deliberada» de su deber de prudencia y seguridad. También se le acusa de haber puesto en peligro la vida de los pasajeros debido a su consumo de estupefacientes y la falta de mantenimiento del autobús.
En palabras de las autoridades francesas,
La negligencia del conductor, combinada con el consumo de drogas y las irregularidades técnicas del vehículo, suponen una clara infracción de las normas de seguridad vial, lo que agrava la responsabilidad en este trágico accidente.
Continuación de las investigaciones
Las autoridades continúan investigando las circunstancias exactas del siniestro. La hipótesis principal apunta a una combinación de factores mecánicos y errores humanos. Por su parte, el Gobierno catalán también ha iniciado una investigación paralela para esclarecer las responsabilidades sobre la falta de mantenimiento del autobús, que pertenecía a una empresa cuya identidad aún no ha sido divulgada.
El caso ha generado conmoción tanto en España como en Colombia, debido al elevado número de víctimas y las graves negligencias que podrían haberse evitado. Las familias de las fallecidas han solicitado justicia y exigen que se depuren responsabilidades para evitar tragedias similares en el futuro.