Puig insiste en que no hay «discrepancia de fondo» con el Gobierno central y su reforma

Puig insiste en que no hay «discrepancia de fondo» con el Gobierno central y su reforma

El presidente insiste en que "hay que pensar más en las neveras que en las urnas" frente a unos meses que se prevén bastante difíciles

 

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha remarcado este viernes que no existe ninguna «discrepancia de fondo» entre su propuesta de reforma tributaria en la comunidad y la que plantea el Gobierno central y ha negado que su anuncio, efectuado esta semana en el marco del Debate de Política General, obedezca a la cercanía de las elecciones,

Hay que pensar más en las neveras que en las urnas frente a unos meses que se prevé que sean bastante difíciles.

Así lo ha indicado en declaraciones a los medios en el marco del Foro de La Toja, que se festeja en la localidad pontevedresa de O Grove hasta este sábado. Puig ha mostrado su respeto a todos y cada uno de los presidentes que van a debatir en el encuentro, y sobre el de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha señalado que hay cuestiones en las que tienen «mucho recorrido», como la financiación autonómica, mas en la cuestión fiscal no están «en lo más mínimo conforme».

A su juicio, Moreno Bonilla «ha tomado una resolución que va a afectar de forma negativa a la cohesión social», pues quitar el impuesto de Patrimonio favorece a poquísima gente y, sobre esta cuestión, ha zanjado,

No tiene nada que ver, nada, la vía valenciana con la vía fiscal del PP impulsada por diferentes territorios.

En cualquier caso, ha rechazado que se enmarque su propuesta en las próximas elecciones pues «siempre y en todo momento, según lo que parece, estamos en elecciones, mas hay que meditar más en las neveras que en las urnas» y faltan muchos meses para los comicios, un tiempo que va a ser bastante difícil.

Quien piense en términos electorales se equivoca; ahora hay que meditar en ver de qué forma cada corporación puede asistir a las personas con mayores contrariedades y asistir a la industria que está en riesgo. Singularmente la cerámica, en el caso de la Comunidad Valenciana.

Puig ha apuntado que llega a este foro de discusión con «ánimo edificante, positivo y mirando cara adelante» en una situación que es «realmente difícil» mas que no es concreta de España. A su juicio, en esta situación, se trata de ver «de qué manera podemos pasar este tránsito de la mejor manera posible«, por un lado, atendiendo a «lo coyuntural», que es «dar la mayor cobertura posible a las familias y personas en peor situación» y, al tiempo, sosteniendo la economía para seguir con el desarrollo del empleo. En este sentido, ha subrayado que es «elemental la cohesión social y territorial», que se garantiza con el apoyo de todas y cada una de las instituciones.

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A este respecto, ha querido lanzar un mensaje de «desdramatizar» la situación generada con su propuesta por el hecho de que, conforme ha remarcado, la política del Gobierno central y la de la Generalitat,

Tiene un muy, muy alto nivel de coincidencia. Somos conscientes de que solo existe justicia social si existe justicia fiscal que lo permita y las nuevas propuestas del Gobierno van en esa dirección.

Insiste.

En el caso de la Generalitat Valenciana, ha hecho hincapié en que lo que ha hecho es amoldar una legislación fiscal de dos mil diecisiete y que se ha ido cambiando,

Para hacerla más progresiva y que quienes más pueden aporten más y los que están en peor situación tengan el mayor respaldo posible.

Puig reconoce que «es obvio» que si se bajan los impuestos se termina afectando al Estado del Bienestar, mas ha indicado que «no es el caso», al paso que ha incidido en que no hay «ninguna discrepancia de fondo» con el Gobierno y en que su idea pasa por dar «la mayor cohesión» a la ciudadanía en tiempos complejos, en los que los costos de la energía y la cesta de compra «hacen bastante difícil la vida de las personas y la guerra de Putin nos ha perjudicado a todos, mas no a todos por igual».

La meta, para el presidente es que «no haya mayor fractura social» como la que provocó la crisis financiera de la primera década del siglo y que se estaba cosiendo.

Ahora no se puede dejar que se abra de tal modo que muchas familias no puedan tener su proyecto de vida.

Ha concluido.