Aunque no es común, desafortunadamente todavía ocurren situaciones desagradables, como recibir una multa de la DGT por exceso de velocidad de un automóvil que se vendió hace tiempo y se había olvidado por completo.
Lo primero que se debe hacer es verificar si se realizó correctamente el cambio de titularidad (responsabilidad del vendedor) o la transferencia del vehículo (responsabilidad del comprador) ante la Jefatura Provincial de Tráfico en la fecha de venta.
En caso afirmativo, se deben presentar alegaciones a las multas recibidas explicando que el vehículo fue vendido antes de la fecha de la infracción y proporcionando documentación que lo acredite.
Es crucial recordar que el propietario es quien tiene la obligación de informar sobre la venta a la Jefatura Provincial de Tráfico antes de entregar el vehículo, presentando la documentación original. Después, el comprador deberá realizar la transferencia efectiva en la correspondiente Jefatura de Tráfico.
¿Por que me siguen llegando multas?
A menudo, a pesar de no ser lo establecido por la Ley, es común que se permita al comprador realizar las gestiones de comunicar la transferencia del vehículo. Sin embargo, existe un alto riesgo de que la persona no cumpla con esta obligación.
Por lo tanto, es posible que nos encontremos con la situación en la que un vehículo que creíamos haber vendido todavía figure a nuestro nombre en el Registro de Vehículos de la DGT (Dirección General de Tráfico) después de un tiempo. Este suele ser el principal motivo de que se sigan recibiendo multas después de haber vendido el vehículo.
En estos casos, por lo general, las administraciones públicas consideran al vendedor como el responsable de no haber realizado el cambio de titularidad del vehículo. Incluso si el vendedor posee un contrato firmado que no se registró en su debido momento en el registro de vehículos, es difícil evitar la responsabilidad por las multas.
¿Que es el Registro de Vehiculos?
El Registro de Vehículos de la DGT (Dirección General de Tráfico) es un registro público que tiene como finalidad llevar un control y una gestión de todos los vehículos que circulan por las carreteras españolas. En este registro se inscriben todos los datos relativos a los vehículos, como la marca, modelo, matrícula, características técnicas, propietario, titularidad y cargas o gravámenes que pueda tener el vehículo. Además, también se registran las transferencias de titularidad, los cambios de domicilio y cualquier otra variación que afecte al vehículo y a su propietario. El Registro de Vehículos de la DGT es una herramienta fundamental para garantizar la seguridad vial y la protección de los derechos de los usuarios de la vía pública.
No sería efectivo argumentar que no se era el conductor o que el vehículo había sido vendido para evitar la responsabilidad de las infracciones de tráfico. Incluso presentar el contrato de compraventa con fecha anterior a la infracción no sería suficiente, ya que el propietario que conste inscrito en el Registro de Vehículos en la fecha en que se cometió la infracción es el responsable de las mismas y de identificar al conductor.
Si hay dudas sobre si se realizó correctamente la transferencia del vehículo o si se confió en que el comprador la llevaría a cabo, se recomienda consultar en la Jefatura Provincial de Tráfico para confirmar si se realizó la transferencia y desde qué fecha tuvo validez. De esta manera, se podrán tomar las acciones adecuadas en base a la situación real del vehículo.
