Se han esclarecido diez delitos en los que tras vigilar a sus víctimas, posteriormente les seguían y sustraían el dinero recaudado.
La Policía Nacional ha desmantelado una banda criminal especializada en asaltar recaudadores de dinero y dueños de bares y estancos. Se han arrestado a seis individuos, cinco hombres y una mujer, con edades que oscilan entre los 23 y los 50 años, de origen italiano, croata y rumano, acusados de pertenecer a una organización delictiva. Cuatro de ellos enfrentan cargos adicionales por hurto, dos por robo con allanamiento de morada y otros dos por robo con violencia. Hasta ahora, se han resuelto diez casos de actividad criminal.
Las investigaciones comenzaron a finales de febrero, cuando el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Patraix detectó una serie de robos, principalmente hurtos y robos con allanamiento de morada, con un modus operandi similar que indicaba la presencia de un grupo organizado.
En uno de los incidentes, tres personas sustrajeron al descuido 5.000 euros de la caja registradora de un bar en la capital del Turia después de haber estado consumiendo en el establecimiento. El propietario no se percató del robo.
El «engaño del infarto» para hurtar
Pocos días después, los mismos individuos llevaron a cabo un hurto utilizando el conocido «engaño del infarto». Tras vigilar previamente a la víctima, propietaria de un estanco y sabiendo que transportaba una gran cantidad de tabaco en su vehículo en ese momento, esperaron a que hiciera una parada y entrara en un comercio. Aprovechando que la hija de la víctima permanecía dentro del coche, se acercaron y le informaron falsamente de que su madre había sufrido un infarto dentro del establecimiento. La hija salió apresuradamente, momento que aprovecharon para sustraer una gran cantidad de tabaco.
Los investigadores confirmaron que los sospechosos también eran responsables de varios hurtos en diferentes bares, robos en el interior de vehículos y un robo con violencia a un recaudador de máquinas de juego. Tras extensas pesquisas, los agentes identificaron a seis personas como los culpables, estableciendo un dispositivo para localizarlos y detenerlos.
Gracias a una minuciosa labor de investigación, los agentes lograron ubicar el centro de operaciones del grupo en una alquería en la pedanía valenciana de La Torre, confirmando que se refugiaban allí después de cometer los delitos.
Un grupo altamente especializado e itinerante
Las investigaciones se vieron obstaculizadas por la naturaleza itinerante del grupo delictivo y las numerosas precauciones que tomaban sus miembros para evitar ser descubiertos, como cambios frecuentes de vehículos y residencias, así como su alta especialización, ya que cada uno desempeñaba un papel claramente definido en los delitos investigados.
En el transcurso de las investigaciones, la semana pasada en Xirivella (Valencia), un agente de servicio encubierto perteneciente al grupo de investigación pudo observar a dos miembros del grupo en actitud vigilante cerca de varios vehículos de reparto. Tras informar al resto de los investigadores, se realizó un seguimiento de los mismos que culminó con la detención de seis personas como presuntos autores de pertenencia a un grupo criminal. Cuatro de ellos también enfrentan cargos por hurto, dos por robo con allanamiento de morada y otros dos por robo con violencia.
Los detenidos, con antecedentes policiales, cuatro han sido llevados ante la autoridad judicial y dos han sido puestos en libertad después de ser interrogados, aunque se les advirtió de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando fueran requeridos. Hasta el momento, se han esclarecido diez delitos penales.