En agosto de 2021, se encontró un ejemplar de nutria atropellado a unos 500 metros del cauce del río.
El Consorcio responsable del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, integrado por los municipios de Vila-real, Almassora, Burriana, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana, ha implementado señalización vertical en las carreteras cercanas al espacio natural.
Estas señales alertan sobre la posible presencia de nutrias en la calzada y la importancia de reducir la velocidad de los vehículos.
El propósito de esta medida es prevenir atropellos de estos mamíferos y salvaguardar la seguridad de su población en las proximidades del Mijares. Desde la confluencia con la rambla de la Viuda hasta les Goles de la desembocadura, se han instalado 13 señales de tráfico reflectantes como advertencia, abarcando aproximadamente 10 kilómetros de tramos de carretera que discurren paralelos al cauce fluvial.
Las nutrias son animales de hábitos crepusculares y nocturnos, activándose y buscando alimento después del anochecer. Su comportamiento conlleva entradas y salidas frecuentes de los márgenes del río en busca de alimentos, como peces, cangrejos de río, ranas o sapos, entre otras especies. En este contexto, los viales y caminos rurales cercanos al cauce son transitados con regularidad por vehículos a motor, representando un riesgo para estos mamíferos acuáticos.
Por tanto, el Consorcio insta a reducir la velocidad y prevenir posibles atropellos en áreas donde pueda ocurrir un encuentro fortuito, dando un paso más en la protección de la fauna silvestre. Además, advierte sobre la presencia de nutrias en los márgenes de las carreteras, especialmente hacia finales de otoño, cuando las horas de luz solar disminuyen y la puesta de sol ocurre antes de las 18:00, momento clave en las salidas y entradas a polígonos industriales y campos agrícolas.
En agosto de 2021, se encontró un ejemplar de nutria atropellado a unos 500 metros del cauce del río.
La nutria es una especie amenazada que cuenta con protección en todo el territorio español. Desde que el servicio de Guardería del Consorcio descubrió su presencia en la desembocadura en 2015, año tras año se encuentran rastros de este mamífero.
La recolonización del hábitat por parte de la especie es un indicador biológico que señala tanto la buena calidad de las aguas del río como la abundancia de alimento y la disminución de las molestias causadas por las actividades humanas, como la pesca. Un logro en el que el Consorcio ha contribuido con un trabajo constante durante los últimos años para la conservación del Mijares como paisaje protegido de alto valor natural, especialmente a través de los esfuerzos de la Guardería Rural en la protección de la fauna y la flora que se llevan a cabo día a día.