¿Quién no puede llegar a querer que el feminismo se instale en nuestra sociedad?
Llevamos miles de años creando sociedades donde, desde los dirigentes de las tribus más primitivas hasta los actuales comités de dirección de empresas han sido hombres. Generaciones y generaciones de poder masculino, en la política, en el ejercito, en la iglesia… a la mujer no se le ha permitido exponer su opinión, hablar, dirigir, gobernar, gestionar, negociar y, por supuesto, votar, acceder a estudios universitarios, gestionar su patrimonio o divorciarse entre otros…
Somos una sociedad patriarcal desde el inicio de los tiempos, ¿Qué fue lo que hizo que desde el inicio el hombre tuviese ese “poder extra” sobre la mujer? quizás, en su origen, la única diferencia entre ambos sexos es que las mujeres han tenido que parir y amamantar y en consecuencia quien debía cazar era el hombre… quizás no, pero estoy seguro de que ese extra de poder no es merecido… es asignado por eliminación para servir a un bien común, del que la mujer es parte y todo al igual que el hombre, al igual que la tribu, la sociedad… de eso de trata, ¿no?, de entre todos cubrir nuestras necesidades… o eso espero.
La condición humana en general, y hablo desde mi punto de vista personal absolutamente nada científico, es dichosa con quien ha dispuesto de poder sobre un semejante. No somos una raza ejemplar, si hemos podido, si ha estado en nuestra manos, hemos saqueado, violado, asesinado, quemado, extorsionado y otras lindeces semejantes solo por el hecho de tener esa capacidad, ese poder…
Hemos necesitado, en multitud de ocasiones a lo largo de la historia, otro tipo de sensibilidad para tratar las cosas, de una nueva visión para gestionar conflictos, de valorar los riesgos con otra vara de medir, de replantear las prioridades de una sociedad humana desprovista de humanidad…
Una cantidad de decisiones terribles han arrasado recursos vitales para nosotros y nuestro planeta. Cientos de ejércitos han mandado, a lo largo de nuestra historia, a millones chavales imberbes al campo de batalla a morir por ideales y principios ajenos para conquistar territorios, imponer religiones, robar lo ajeno, imponerse sobre el derrotado.
«Humanidad», una palabra que creemos que nos define como raza pero que en su entrada de la RAE en su cuarta acepción dice: “Fragilidad o flaqueza propia del ser humano”, y que en su quinta versa estas bonitas palabras: “Sensibilidad, compasión de las desgracias de otras personas”.
El feminismo no es, como muchas gente piensa, que la mujer esté por encima del hombre, el feminismo es la igualdad entre ambos sexos, de oportunidades, de derechos, de obligaciones… una sociedad realmente feminista otorgaría de nuevos principios, valores y sensibilidades a tanto daño hecho a lo largo de los siglos por la humanidad, en especial por el machismo, el patriarcado, y el dominio del hombre en todos sus campos.
¿Quién no puede llegar a querer que el feminismo se instale en nuestra sociedad?, es más, ¿Cómo es posible que hayamos podido (sobre) vivir sin él?.
Rafa Saz.
