El desapego o “mesinfotisme”, afectará directamente al futuro de nuestros campos e industria.
Hace unos días tuve la suerte de asistir a una mesa redonda, organizada por AD Comunica, que por cierto resultó muy interesante, sobre lo que supone participar en las políticas europeas, y lo que nos jugamos en las elecciones que vienen.
Saqué varias conclusiones, pero dos especialmente significativas. La primera el poco interés que suscita. Pese a la importante convocatoria, la asistencia fue escasa. La segunda, que todos los ponentes coincidieron en que las decisiones que se toman en el foro europeo, condicionan más del setenta por cien de nuestras leyes y normas productivas y comerciales, por lo que inciden de una forma contundente en nuestras vidas.
Pero las cosas son como son y hay que aceptar que el pueblo español o por lo menos el de nuestra provincia, que es el que mejor conozco, actúa como si esto “no fuera con nosotros”.
Pensamos que no es de vital trascendencia, cuando en realidad el futuro de nuestra agricultura, ganadería y pesca, así como el de la principal industria provincial como es la cerámica, están sufriendo y pendientes de un hilo, consecuencia de las Normativas Comunitarias.
Nadie puede decir que no se da cuenta de que el abandono de campos en el medio rural, que a su vez provoca el despoblamiento del mismo, ya es una realidad. Ni que ese abandono y reducción de cultivos, tiene como otra de sus consecuencias el encarecimiento de los productos en nuestra cesta de la compra.
A esto tendremos que añadir que la competencia de países extracomunitarios con precios más baratos, trastoca totalmente el mercado en perjuicio de los nuestros.
Si o si, nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, sufren una “crisis de rentabilidad” que les hace actuar en consecuencia. Al margen de que las tramitaciones burocráticas, les generan un problema añadido por coste y tiempos, especialmente a las pequeñas explotaciones.
Está muy bien que existan tratados de libre comercio…pero justos y equilibrados. ¿Cómo puede competir nuestro sector primario con países a los que no se les exige la misma normativa a nivel laboral, ambiental y fitosanitario? Es imposible; y eso es lo que deben resolver los parlamentarios europeos.
¿Son importantes o no, estas elecciones?
Pacto Verde Europeo, sí. Pero para todos los que quieran comerciar en Europa. El libre comercio exige la igualdad de trato en las normativas. En cuanto al producto y las formas de producirlo ya es cosa de cada cual y…“que gane el mejor”.
Otro de los sectores básicos de nuestra economía provincial es la cerámica.
Y volvemos a lo mismo;
¿Cómo tenemos que ser competitivos con países que no cumplen las mismas medidas ambientales y laborales que se exigen a los europeos?
Países emergentes, medidas proteccionistas, libre mercado, transición energética, multilocalizacion de empresas, equilibrio en el “tablero de juego”, descarbonización a corto plazo, agenda 20/30, competitividad, productividad….son términos del día a día, que de tanto oírlos, casi no nos afectan, pero que condicionan totalmente a empresarios y trabajadores, haciendo que nuestra vida sea mejor o peor.
Y todo eso se dirime en el Parlamento Europeo.
¿Son importantes o no, estas elecciones?
Para “terminar de arreglarlo” queda el pobre, insuficiente y deficiente mensaje informativo de los políticos sobre este tema, así como el, para mi dudoso, formato electoral.
¿Cuántas personas con derecho a voto, saben que los 450 millones de ciudadanos de los veintisiete estados de la Unión Europea, estaremos representados por 720 euro-diputados?
Una importante parte de culpa de este desapegoo “mesinfotisme”, la tienen los políticos que han diseñado nuestra forma de participación.
Una sola lista por partido para toda España y además cerrada.
Tras la votación, 61 euro-diputados serán elegidos por los españoles en una única circunscripción que incluye todo el territorio nacional.
¿No sería más sensato que todas las provincias pudiéramos elegir a nuestros representantes? Y ¿por qué no? con listas abiertas, como hacen países como Finlandia, Suecia o Austria.
Treinta y cuatro candidaturas, de las que “nos suenan” como mucho cinco o seis nombres, Teresa Ribera, Dolors Montserrat, Jorge Buxadé, Estrella Galán, Irene Montero, Vicent Marzà…. El resto ¿Qué quieren que les diga? en su casa o en su partido.
Unas directamente de los partidos más importantes, otras del fruto de las “componendas” entre partidos minoritarios o regionales, para conseguir los mínimos votos exigidos para tener un representante en Europa.
Dudas razonables, tenemos los que al votar, no sabemos si estamos propiciando la defensa de nuestros agricultores, ganaderos, pescadores, empresarios y trabajadores y resto de vecinos de la provincia de Castellón, o estamos en una batalla electoral a nivel nacional, que tiene que decidir si el tristemente nefasto presidente Pedro Sánchez (en mi opinión), tiene que dejar la Presidencia.
Además de españoles y castellonenses, también somos ciudadanos europeos.
¿Son importantes o no, estas elecciones?
Miguel Ángel Mulet i Taló