Critica que la certificación automática de títulos es parte de la "mal llamada" Ley de Libertad Educativa.
El sindicato docente STEPV ha expresado su rechazo a la certificación automática de títulos de valenciano, una medida implementada por la Generalitat desde este martes, que permite a todos los estudiantes que hayan aprobado la asignatura de Valenciano desde el curso 2008-2009 obtener el certificado. El sindicato argumenta que esta medida «afecta negativamente al prestigio social del valenciano y no fomentará su uso en la sociedad».
STEPV subraya la necesidad de llevar a cabo «una intervención real y urgente para evitar el grave retroceso social del valenciano«. Además, advierte que en otros territorios con la misma lengua, donde se han adoptado medidas similares, los resultados han sido perjudiciales para el idioma.
En un comunicado, el sindicato critica que la certificación automática sea parte de lo que consideran la «mal llamada» Ley de Libertad Educativa, que, según ellos, convierte a los centros educativos y al profesorado de Valenciano en meros emisores de certificados, lo cual no es una función propia del sistema educativo.
STEPV ya había iniciado una campaña de recogida de firmas junto a Escola Valenciana y la asociación cívica El Tempir cuando el anterior gobierno del Botànic propuso esta misma medida.
En mayo de 2023, presentaron 2.000 firmas en contra, y un 60% de los departamentos de Valenciano de los centros educativos apoyaron la protesta.
El sindicato mantiene que las razones para oponerse siguen siendo válidas, señalando que «no se han considerado criterios educativos, pedagógicos, lingüísticos o sociolingüísticos», y
No existe una evaluación de la implementación del modelo plurilingüe que respalde esta propuesta.
Asimismo, STEPV señala que el currículo de Valenciano es más amplio que las competencias en comprensión y expresión oral y escrita, así como la mediación (según el MCER). Afirman que el profesorado tendría que dejar de lado gran parte del currículo para garantizar que los estudiantes alcancen los niveles exigidos por el decreto, lo cual consideran ilegal.
Además, STEPV advierte que esta medida «impone al profesorado de Valenciano una responsabilidad que no le corresponde, generando una presión inmensa ante las familias y el alumnado». También señala que la aplicación de la norma «variará significativamente según la comarca y la titularidad del centro», lo que provocará «agravios comparativos y prácticas discriminatorias entre centros de distinta índole».
El sindicato subraya,
No es tarea de los institutos de Secundaria y Bachillerato homologar o acreditar competencias lingüísticas, ya que existen otros organismos que cumplen esta función, como la Escuela Oficial de Idiomas (EOI), la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià (JQCV) y CIEACOVA.
Según STEPV, la opción adecuada para que los estudiantes obtengan la certificación del nivel C1 de valenciano es que se presenten a una prueba específica ante estas instituciones competentes.
Finalmente, la central sindical recuerda que el Bachillerato está orientado hacia el acceso a la universidad. «Las pruebas de la EBAU son escritas, por lo que no se garantiza la competencia oral exigida por niveles como el C1 de valenciano, y menos aún con las elevadas ratios de estudiantes que tenemos actualmente en los institutos». Además, señalan que «tampoco en la EBAU se exige una competencia escrita equiparable a la del C1», concluyendo que «todo esto está lleno de contradicciones«.
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