El alcalde de Torás lamenta que una infraestructura de estas peculiaridades “llegue como un jarrón de agua fría a un pueblo que carece de recursos técnicos y humanos para enfrentarse a un Goliat como es este proyecto”.
El primer edil de Torás, Carlos del Río, ha presentado una batería de alegaciones para cancelar el proyecto de la línea de Muy Alta Tensión que prevé cruzar suelo perjudicado por el incendio declarado el pasado quince de agosto en Bejís.
Tenemos un territorio herido por los incendios al que ahora se pretende someter al grave impacto de una infraestructura cuya extensión es bárbara. Es un atentado que no podemos permitir.
Las declaraciones las elabora un primer edil «completamente sensibilizado con su pueblo». Asevera y agrega,
No nos ha dado tiempo de recobrarnos de un incendio que ha asolado con miles de hectáreas de un paisaje de valor inestimable y ahora nos encaramos a un proyecto que cruza cinco mil novecientos setenta con ocho metros de este suelo y al que por sentido común nos oponemos.
Carlos del Río lamenta que una infraestructura de estas peculiaridades “llegue como un jarrón de agua fría a un pueblo que, como el mío, carece de recursos técnicos y humanos para enfrentarse a un Goliat como es este proyecto”.
Hemos pedido ayuda a Diputación por el hecho de que no deseamos ver más castigado nuestro paisaje natural, y hemos presentado una batería de alegaciones con las que de manera directa pedimos que se anule el estudio de impacto ambiental ordinario y la declaración de impacto oportuna para esta actividad.
Explica el alcalde.
El suelo que ocupa esta infraestructura está sujeto a unas condicionantes “que a todas luces no se han tenido en cuenta”. «Los terrenos forestales que hayan sufrido los efectos de un incendio no van a poder clasificarse o reclasificarse como suelo urbano o urbanizable, ni van a poder minorar las protecciones derivadas de su uso y aprovechamiento forestal, en un término de treinta años desde la extinción del incendio, conforme con la legislación estatal y de la Comunidad Valenciana en materia de montañas».
En este sentido, “lo que precisamos es protección, no maquinaria pesada que compacte el suelo, altere el régimen hídrico, el banco de semillas autóctono del terreno o altere la fauna beneficiosa que pueda quedar tras el paso de las llamas”. “Necesitamos ayuda para reactivar la actividad económica, devolver a nuestros vecinos y vecinas su calidad de vida, propiedades y recursos agrícolas, forestales, pastorales, paisajísticos y de uso público”. “Y el turismo rural es un eje de actividad clave para la creación de empleo que frene la despoblación, no proyectos como el que nos ocupa que es un castigo redoblado a la ya de por sí frágil situación en la que nos encontramos”.
Torás, con una tasa de desarrollo demográfico negativa (-5,36), demanda el máximo apoyo,
Para acorazar la vida de nuestro pueblo. Porque la implantación de este proyecto vulnera los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) recogidos en la Agenda dos mil treinta y, como primer edil, estoy aquí para proteger a mi pueblo y a mis vecinos y vecinas.
“Queremos vida para Torás, no el impacto de unas torres de cuarenta y siete metros de altura que afecta de lleno al valor paisajístico de un río, el Palancia, que es fuente de vida”. “Confiamos en que nuestra voz sea escuchada y atendida, y que Diputación ejercite de altavoz de nuestros derechos, pues nuestro porvenir, que este pasado agosto ya padeció un duro golpe, no merece otra espada de Damocles esta vez en forma de línea de altísima tensión”. Ha concluido el alcalde de Torás, Carlos del Río.