Un pueblo de Castellón sufre una grave sequía y busca soluciones

Un pueblo de Castellón sufre una grave sequía y busca soluciones

El empleo de cisternas de agua, aunque representa un costo económico elevado, es una de las alternativas que se están evaluando.

 

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Canet lo Roig, liderado por la alcaldesa María Ángeles Pallarés, ha estado trabajando arduamente para encontrar soluciones ante la grave sequía que afecta al Baix Maestrat.

Pallarés expresó: «No es la primera vez que nos enfrentamos a esta situación, la cual podríamos haber resuelto si en su momento se hubieran realizado las infraestructuras necesarias para garantizar el suministro de agua a nuestro pueblo». Además, lamentó «el escaso interés mostrado por el gobierno del Botànic en atender las demandas, no solo de Canet lo Roig, sino también de localidades vecinas como Traiguera o La Jana. Ha sido gracias al Gobierno del presidente Carlos Mazón, en colaboración con la consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, que se ha retomado un proyecto vital para el futuro de nuestros pueblos. Ya contamos con el pozo para extraer agua, ahora solo falta la infraestructura necesaria para su transporte».

Se tiene programada una reunión para la próxima semana en la Conselleria para avanzar en el proyecto y explorar formas de acelerar los plazos, primero en la fase de diseño y luego en la adjudicación de las obras.

Consciente de que el proyecto no resolverá la problemática a corto plazo, la alcaldesa Pallarés señaló: «Mientras tanto, el Ayuntamiento está trabajando en varias soluciones. Es fundamental para el Gobierno municipal garantizar el suministro de agua a los vecinos de Canet lo Roig, como siempre hemos hecho. Esperamos que llueva para revertir la situación y evitar que empeore a medida que se acerque el verano». Aseguró que el suministro está garantizado y que no hay restricciones para la población.

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Respecto a la situación de la piscina durante el verano, que al parecer nunca ha cerrado, Pallarés mencionó: «Por ahora, no hemos tomado una decisión al respecto. Será en mayo cuando decidamos qué hacer». Añadió: «Además de la problemática de la piscina, está la de los agricultores que tampoco pueden regar sus campos, por lo tanto, no sería ético abrir la piscina sin resolver primero el tema del riego para los agricultores».

El uso de cisternas de agua, aunque costoso económicamente, es una de las opciones que se están considerando, como en otras ocasiones, a la espera de que la situación de sequía pueda cambiar antes del verano. La falta de lluvias abundantes ha llevado a los acuíferos a una situación preocupante, lo que podría obligar a la Confederación Hidrográfica del Júcar a implementar nuevas medidas en los próximos días o semanas.