La negativa comunitaria a la fumigación aérea ha puesto en peligro la salud de los habitantes de la Marjalería.
El Gobierno Municipal debiera presionar a las autoridades sanitarias de la Comunidad para defender la salud de sus vecinos o sería responsable directo de cualquier percance grave que ocasione la plaga.
En situaciones en las que existe un alto riesgo de enfermedades humanas, las autoridades estatales o locales pueden considerar realizar fumigaciones aéreas en las últimas horas de la tarde y durante la noche para reducir la cantidad de mosquitos adultos infectados en áreas de alto riesgo.
Esto es al menos lo que recomiendan los expertos.
VOX, ante la explicación dada por Ignaci Garcia del motivo por el que no se ha fumigado la Marjalería, acusa directamente a la Generalitat de poner en peligro la salud de los castellonenses.
Luciano Ferrer: “Solo hay dos soluciones ante una plaga como la que estamos padeciendo, o desecamos la Marjalería o fumigamos por vía aérea. No podemos consentir que la Generalitat se siga plegando a los intereses de los <neoecologistas> progres poniendo en peligro la salud de nuestras familias”
Hemos llegado a tal punto que la sarna de las cabras montesas está arruinando las explotaciones de ganado caprino, la tuberculosis de los jabalíes es la ruina de las ganaderías de vacuno y los mosquitos amargan la vida de las personas sin que las autoridades sanitarias sean capaces de plantar cara a la estupidez “neoecologista”.
Curiosamente, la Marjalería se considera zona habitada, algo que al parecer no pasa en Xilxes, Torreblanca, Cabanes u otras zonas que sí han sido fumigadas.
Las piretrinas, utilizadas en la fumigación, son inocuas para animales de sangre caliente y Castellón de la Plana es zona endémica de malaria
“Exigimos medidas urgentes y la fumigación nocturna de la zona. El mosquito es transmisor de muchas enfermedades y ha llegado la hora de que se deje de jugar con la salud de nuestras familias y la vida de niños y ancianos”, concluye el concejal de VOX en nuestro Ayuntamiento, Luciano Ferrer.