Un pequeño de siete años se quemó la cara y debió ser sometido a más de trece intervenciones quirúrgicas para implantarle piel.
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a penas que suman cincuenta y cuatro años de cárcel a un hombre que procuró matar a 6 personas prendiendo fuego a la vivienda en la que dormían para vengarse de una de ellas, su hijastra, y la pareja de esta, con los que sostenía una relación de enemistad.
Conforme ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el Tribunal le considera autor de 6 delitos de asesinato en grado de tentativa, para los que aprecia la atenuante de embriaguez y, en uno de ellos, la agravante de parentesco.
La Sala le impone asimismo en la sentencia la prohibición de acercarse a menos de quinientos metros y de comunicarse por cualquier procedimiento con cualquiera de las 6 víctimas, al paso que establece que no va a poder vivir en Valencia a lo largo de diez años.
Además de esto, el condenado va a deber indemnizar a los perjudicados con cantidades que fluctúan entre los dos mil seiscientos y los trescientos cincuenta mil euros, hasta un total de setecientos quince mil euros, por las lesiones que padecieron en el incendio.
Los hechos sucedieron en torno a las 3 de la mañana del catorce de octubre de dos mil veinte, cuando el procesado asistió al domicilio de València en el que vivía la hija de su mujer y su pareja proveído de unas garrafas de gasolina.
Conforme ha declarado probado el tribunal, el hombre, que sabía que con su acción podía terminar con la vida de otras personas que radicaban en la residencia, salpicó con el comburente la puerta del inmueble, en un primer piso, e hizo un reguero de gasolina por la escalera hasta la salida.
Luego, prendió fuego al carburante, lo que produjo un incendio que generó lesiones de gravedad a los moradores de la casa y múltiples desperfectos en exactamente la misma.
El penado asimismo incendió el turismo del marido de su hijastra. Horas ya antes del acontencimiento, ya les había amenazado por teléfono con incendiar su casa, si bien ninguno de los residentes le dio crédito, por lo que se acostaron y muchos de ellos se hallaban durmiendo cuando empezaron las llamas.
4 de las víctimas padecieron quemaduras de diversa consideración, entre ellos un pequeño de 7 años que se quemó la cara, las manos, la espalda, los brazos y el tórax, por lo que precisó hospitalización urgente y debió ser sometido a más de trece intervenciones quirúrgicas para implantarle piel.
Los desperfectos ocasionados en el domicilio y en la finca ascendieron a más de dieciséis mil quinientos euros. La sentencia no es firme y contra ella se puede presentar recurso de apelación frente a la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV.