El ganador de la puja consigue la licencia para 4 años y supera a otros 3 aspirantes.
El área de Contratación del Ayuntamiento de Almassora ya ha requerido los últimos trámites al ganador del concurso público para la administración del bar de la plaza Santa Isabel. El ganador, un hostelero de la localidad, ha superado en la puja a otros 3 aspirantes que asimismo presentaron oferta para la adjudicación del espacio. El contrato tiene un plazo de vigencia de 2 años con posibilidad de prórroga de dos más, siempre y en todo momento y cuando no se infrinjan los requisitos.
Cabe rememorar que el canon de salida en alza alcanzó en un inicio los siete mil doscientos euros anuales y que cada año el dueño experimentará un incremento de cincuenta euros en la cuota anual mientras que dure la adjudicación. El nuevo gerente no va a poder efectuar ningún género de obra ni modificación en la construcción sin la autorización y aprobación de los técnicos municipales. Este se ha comprometido a ofrecer servicio 6 días a la semana por lo menos con jornadas de mañana y de tarde con, cuando menos, 8 horas cada día.
El hostelero ya ha aportado una memoria técnica con la descripción completa de los servicios que ofertará en el establecimiento público, como los productos envasados, comidas y bebidas. Además del horario, asimismo ha informado del número de personas que participarán en la actividad del local y del equipamiento para la explotación del espacio. El Ayuntamiento ha requerido al nuevo dueño un plan que indique la administración de los residuos generados para cumplir con la normativa en vigor.
El contrato deja hacer uso de la terraza exterior del local y el inquilino puede solicitar autorización para ocupar una parte de la vía pública de la plaza siempre y en todo momento cuando cumpla con las condiciones técnicas. La empresa es la encargada de realizar el equipamiento del establecimiento con los recursos precisos para su buen funcionamiento. Entre ellos figura el moblaje como sillas y mesas, la cubertería y vajilla, o el equipamiento de barra y cocina como máquina de café, microondas, lavaplatos, nevera y congelador.
Así, el consistorio solamente deja desarrollar la actividad propia de un bar-cafetería, con servicio de comidas frías y calientes, aparte de la venta de cualquier clase de bebida. Para finalizar, el Consistorio va a poder anular el contrato unilateralmente si el nuevo gestor alcanza 3 amonestaciones por falta de limpieza y decoro. Así, la conservación general del establecimiento corre a cargo del adjudicatario que va a deber sostener en perfectas condiciones el interior y exterior de las instalaciones.