El PSPV-PSOE consigue que la Fiscalía investigue el presunto impago de 134 multas por parte del edil del PP de Castelló, Cristian Ramírez.
El concejal de Movilidad, Cristian Ramírez, es el principal problema de la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, porque la tormenta generada por el supuesto impago de sus multas en la zona azul, lejos de amainar, arrecia.
Ya queda muy lejano aquel 31 de enero en el que concejal socialista, Jorge Ribes, destapó el asunto en el pleno, pero a pesar de los cinco meses transcurridos, el Partido Popular no consigue dar carpetazo a tan incómoda polémica.
La oposición ha encontrado un filón y no está dispuesta a soltar la presa, ya que como explicó la propia alcaldesa, la conducta de Ramírez “no es ejemplar” y “ni [la] puedo, ni quiero, ni debo justificar”.
Está estadísticamente demostrado que la gente del PP suele salir muy bien parada de los contratiempos judiciales pero los socialistas, conocedores del malestar de la calle, exigirán una gestión ética y sin abusos de poder.
No se equivoca Carrasco, porque si hay algo que molesta a la ciudadanía es que no se predique con el ejemplo. Tiene muy mala venta que el responsable de la zona azul aparque en ella presuntamente de forma indebida con reiteración y que supuestamente no abone sus multas. Lo saben la alcaldesa y el Grupo Municipal Socialista, que ha llevado el caso a la Fiscalía y conseguido que ésta investigue.
Un serio contratiempo para la alcaldesa y el Partido Popular, porque en la medida en que no decaiga el ruido irá en aumento la indignación popular. Los socialistas, conscientes del sentir de la calle, han instado al fiscal a averiguar el recorrido de las 134 multas supuestamente impagadas por Ramírez, el concejal 134.
No es agradable acaparar estos titulares, aunque creo que todo quedará en un susto judicial porque está estadísticamente demostrado que la gente del PP suele salir muy bien parada de estos contratiempos.
En esta historia cada actor tiene un cometido y la obligación de la oposición es exigir una actitud pública ética en la que no haya espacio para el abuso de poder. Quedó de manifiesto el pasado 15 de junio tras la elección de Rafa Simó como nuevo secretario general socialista local, en cuyo discurso dijo que “el PSPV-PSOE ha de ser la alternativa real frente a los que van por la vida sin pagar las multas”. Sobre este asunto, en una entrevista publicada ayer en el diario Mediterráneo lamentó que “Begoña Carrasco mire para otro lado”.
El asesor cultural de la alcaldesa publica en Facebook la foto de un inexistente letrero de prohibición de estacionar en el parking del Ciutat de Castelló y ataca a los vecinos de la zona por utilizarlo.
No entiendo por qué pero el aparcar se le atraganta al PP. Cabe recordar la desagradable sorpresa que se llevaron los vecinos del entorno del Polideportivo Ciutat de Castelló la noche del 15 de junio (sábado) y los días 16 (domingo) y 17 (lunes), cuando finalizada la gala de Escola Canta no pudieron estacionar en el parking, al permanecer precintado.
Que se contara en Facebook llevó al asesor cultural de la alcaldesa a publicar en esa misma red social una falsa e inexistente señal-letrero de prohibido aparcar y a atacar a los vecinos con frases como “¿ese mismo [parking] que los que vamos a hacer deporte nos encontramos okupado de forma irregular por los vecinos? Los mismos que de forma abusiva ocupan un espacio solo para deportistas. Estaría divertido que esos vecinos protestasen por saltarse una ordenanza y aparcar irregularmente”.
Hace bien Manuel Vives en defender a su jefa, aunque debería hacerlo mejor, no es bonito decir que quien narró lo sucedido está haciendo el ridículo o perdonarle la vida espetando “no quiero que pases más vergüenza”. Son expresiones que profirió tras publicar el falso e inexistente letrero. Acto seguido, cuando un vídeo demostró esa falsedad, el asesor enmudeció.
Rafa García. Periodista
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