
El Villarreal sufrió para imponerse 1-0 al Espanyol con un gol de Yeremy Pino, recuperando la quinta plaza en LaLiga.
El Villarreal CF volvió a sonreír ante su afición tras imponerse por la mínima al Espanyol (1-0), en un duelo aplazado de la jornada 26 que devolvió a los de Marcelino a la quinta plaza de la clasificación. Un gol de Yeremy Pino, al poco de arrancar la segunda parte, bastó para sellar una victoria sufrida y frenar en seco la buena racha de los catalanes.
El arranque dejó claro que no iba a ser una tarde sencilla para el «Submarino Amarillo». El Espanyol, sin complejos, salió a pelearle la posesión a un Villarreal falto de chispa, que apenas encontraba caminos hacia el área rival. El equilibrio fue tal que el primer gran sobresalto llegó a balón parado: un penalti señalado por el árbitro tras un choque entre Joan García y Foyth, que el VAR se encargó de anular tras demostrar que el portero tocó claramente el balón.
Con un centro del campo bien plantado, el Espanyol logró neutralizar las armas ofensivas del Villarreal, que solo pudo inquietar con acciones aisladas de Pépé y las descargas de Ayoze. La más clara para los locales la tuvo Barry, quien celebró un tanto que luego fue invalidado por un fuera de juego milimétrico.
Antes del descanso, los de Barcelona rozaron el 0-1. Primero con un disparo lejano de Puado tras un mal despeje de Luis Júnior, y después con un cabezazo desviado de Kumbulla tras una salida en falso del guardameta brasileño.
Tras el paso por vestuarios, el Villarreal cambió el guion. Apretó líneas, aumentó la intensidad y empezó a acorralar al Espanyol. El premio llegó pronto: Yeremy Pino, tras una asistencia de Pépé, ajustó su disparo al palo para romper la igualdad y desatar la locura en La Cerámica.
Con el tanto, el «Submarino» se lanzó a por el segundo, y Ayoze estuvo cerca de lograrlo con un tiro raso que se marchó rozando el poste. Incluso Yeremy vio cómo le anulaban otro gol por falta previa.
El Espanyol, sin embargo, no se rindió. La entrada de Jofre revitalizó a los visitantes, que rozaron el empate en un par de intentos de Puado. El Villarreal, por su parte, buscó sentenciar a la contra, pero entre la falta de precisión y las grandes intervenciones de Joan García, no logró cerrar el partido.
Los últimos minutos fueron de infarto. Con el Espanyol volcado, el Villarreal resistió los envites finales para sellar un triunfo de esos que saben a oro. Sufrimiento y tres puntos para un equipo que, poco a poco, vuelve a hacer de su estadio un fortín.
Fotografías: X @VillarrealCF