La mona de Pascua, elaborada de forma artesanal en los obradores locales, es un elemento fundamental de una tradición profundamente enraizada en la cultura burrianense.
Con la llegada de la Semana Santa, los hornos tradicionales de Burriana se preparan para uno de los momentos más esperados del año: la elaboración de las monas de Pascua. Estos dulces, creados de manera artesanal en los obradores locales, son una parte esencial de una tradición profundamente arraigada en la cultura burrianense y, en general, en la gastronomía de la Comunidad Valenciana.
La mona de Pascua ha logrado mantener su esencia a lo largo de los años, transmitiéndose de generación en generación no solo la receta original, sino también el sentido festivo que la acompaña. Con una masa esponjosa, decorada con un huevo duro, azúcar y anisetes de colores, este dulce sigue elaborándose de forma manual en muchos hornos de la localidad, que reciben numerosos encargos en los días previos al Domingo de Ramos.
Algunos establecimientos han introducido innovaciones como versiones con chocolate o nuevos rellenos, pero siempre respetando la receta tradicional y adaptándose a los gustos actuales.
El Domingo de Pascua, que este año cae el 20 de abril, se convierte en la fecha clave para disfrutar de este dulce tan arraigado. Es tradición que los padrinos y madrinas aprovechen este día para regalar la mona a sus ahijados y ahijadas, reuniendo a familiares y amigos alrededor de un producto que evoca historia, afecto y celebración.
Los hornos y pastelerías de Burriana que, año tras año, mantienen viva esta tradición pascuera con recetas centenarias y elaboraciones artesanales son: Forn i Pà Borriana, Pastelería-Panadería Dulce Arte, Barrionuevo Pastisseria, Panadería-Pastelería Artespa, Rospan Burriana, Forn Tradicional San Basilio, Manuel Tirado (puestos 3 y 4 del mercado municipal), Forn Centelles, Pastelería Angullo, Pastelería Punt de Neu, Pastisseria la Palma y Forn de Palomero, entre otros.
