La sociedad debe continuar la lucha del fallecido presidente de Alcer Castalia para que Castelló tenga un hospital de última generación.
Ayer le propuse al presidente de Cocemfe Castellón, Ximo Nebot, que su organización abandere la petición de que el futuro nuevo hospital de Castelló se denomine ‘Hospital General de Castelló Juan Doménech’.
Fue ‘pensat i fet’, algo que considero oportuno porque Juan ha sido un entusiasta e incombustible defensor de la sanidad pública y de la urgente necesidad de que se construya un nuevo Hospital General que sustituya al actual, obsoleto y desfasado.
Por ello, el pasado 27 de mayo aludí en esta misma sección a unas palabras suyas en Radio Castellón llamando a la movilización de la sociedad civil “para que no nos vuelvan a robar un hospital, como en su día ocurrió en la Vall d’Uixó”.
Juan nunca entendió que en la calle se hablara tanto del Estadio Castalia y tan poco de la sanidad pública. Era una reflexión con enjundia que interpelaba a instituciones, partidos políticos, sindicatos, empresarios, medios de comunicación y la sociedad en general.
Y muy oportuna, porque en el mejor de los casos al estadio van unos pocos miles de aficionados cada quince días, pero de la sanidad pública, antes o después, y con mayor o menor intensidad, todos acabaremos siendo usuarios. En lo de Castalia no nos va la vida pero tener una buena sanidad sí que resulta vital.
La provincia en su conjunto debe continuar la lucha iniciada por Juan Doménech para que Castelló tenga un hospital de última generación bien equipado que permita tratar los casos más graves y que la hospitalización en València deje de ser obligada.
El legado de Juan Doménech no se puede perder, tenemos la obligación de continuar la lucha para honrar su memoria.
Debemos hacerlo en beneficio de todos, para que cuando se presente una complicación importante, por la escasez de medios materiales, humanos y equipos multidisciplinares bien coordinados existente en Castelló, no sea obligada la hospitalización en València .
La atención en La Fe es muy buena pero para las familias representa un auténtico calvario tener un enfermo ingresado en otra provincia.
Considero natural que las dos entidades que presidió Doménech, Alcer Castalia y Cocemfe Castelló, continúen su obra, pero sería mucho más efectivo que la exigencia de un nuevo hospital fuera una demanda coral de toda la provincia respaldada por alcaldesas, alcaldes, presidenta de la Diputación, diputados provinciales, senadores, senadoras y diputadas y diputados nacionales y autonómicos.
La Generalitat debe construir el hospital con rapidez y diligencia y la oposición realizar una beligerante tarea de fiscalización que impida retrasos injustificados, especialmente el PSPV-PSOE, si de verdad aspira a liderar la alternativa al Consell actual.
Ha llegado la hora de la Generalitat Valenciana, que debe actuar con rapidez y diligencia. Y de la oposición, que está llamada a ejercer un constante y beligerante ejercicio de reivindicación en aras de la consecución del bien común deseado.
Creo que ha de ser especialmente determinante la labor del Partido Socialista, si de verdad aspira a liderar la alternativa de gobierno que sustituya al desbordado e indolente Consell actual.
El progreso es posible cuando se cree en él y se defiende con pasión. Es lo que hizo Juan Doménech para conseguir algo que parecía imposible, que en el primer trimestre de 2023 entrara en funcionamiento la Unidad de Trasplantes de Castelló.
La lucha debe continuar para que Castelló tenga un nuevo hospital y para que el de Vinaròs cuente de una vez por todas con los recursos humanos y materiales que merecen las personas que residen en el Baix Maestrat.
Postdata: Mañana vuelvo a escribir para hacer balance de 2024.
Rafa García. Periodista