En la inspección del establecimiento trabajaron coordinadamente agentes de la Policía Nacional, de la Unidad Adscrita y funcionarios de la Inspección de Trabajo
- Dos de los trabajadores identificados durante la inspección carecían de todo tipo de documentación, tanto para residir como para trabajar en España, por lo que además no estaban dados de alta en la seguridad social ni tenían contrato de trabajo
- Los trabajadores, contratados por 40 horas a la semana, trabajaban realmente entre 60 y 70, haciéndoles firmar cuadrantes en blanco o hechos a lápiz, para modificarlos por los dueños a su antojo y que cumplan con la ley
- Los trabajadores firmaban nóminas infladas, en las que aparecía más dinero del que realmente recibían, y si se negaban, les amenazaban con despedirles
La Policía Nacional ha detenido a una pareja, que regentaba un local de hostelería en la ciudad, por tener trabajadores en situación irregular y cometer irregularidades en contrataciones y horarios. De los trabajadores, en su mayoría de origen chino, dos de ellos no tenían permiso de residencia y trabajo en España, por lo que tampoco tenían contrato de trabajo, ni estaban dados de alta en la seguridad Social. En la parte alta del establecimiento, se encontraba una habitación en la que se alojaban algunos de los trabajadores, hacinados y en condiciones precarias, así como una trampilla para huir y esconderse en caso de ser inspeccionados
Los investigadores de la Policía Nacional, tuvieron conocimiento de que en un establecimiento hostelero de la ciudad, podrían estar trabajando personas en situación irregular, por lo que se iniciaron las gestiones para su inspección.
En la inspección del establecimiento, trabajaron de forma conjunta los agentes de la Policía Nacional especializados en extranjería e inmigración irregular, agentes de la Unidad Adscrita del Cuerpo Nacional de Policía a la Comunidad Valenciana y la Inspección de Trabajo.
En el momento de la operación policial, se encontraban dos trabajadores en situación irregular, sin contrato y sin seguridad social, y uno de ellos que fue detenido por usurpación de identidad, al utilizar una tarjeta de residencia que no era suya para su contratación e identificación ante la policía.
El establecimiento contaba con alojamiento para algunos trabajadores, que dormían hacinados y en malas condiciones de habitabilidad.
Además, se detectaron otras irregularidades: en los cuadrantes y en las «fichas de horarios», las cuales la jefa, las rellenaba a su antojo, con horarios ficticios, para que coincidiesen con las 40 horas de contrato semanal, cuando realmente los empleados hacían entre 60 y 70 horas a la semana, llevando uno de ellos más de 2 años sin descansar dos días seguidos. Si se negaban a firmar los cuadrantes, les amenazaban con despedirles.
Así mismo, se encontró que trabajadores tenían una trampilla, que estaban advertidos, debían usar aquellos que se encontraban en situación irregular en materia de extranjería o los que trabajaban sin contrato, en caso de que la policía, o alguna inspección acudiese al establecimiento.
Tras comprobar lo ocurrido, los agentes detuvieron a la pareja, responsables de la empresa, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores y contra los ciudadanos extranjeros.
