La Concejalía de Cultura del Municipio de Castelló ha reabierto este miércoles la Torre de Sant Pere en la plaza Las Aulas que se puede visitar de nuevo en el sala-museo subterráneo tras la rehabilitación del techo de pabés.
Los vestigios de la asimismo llamada Torre de los Alzamientos corresponden a la base de uno de los portales del recinto amurallado del Castelló del siglo XIV, que el Museo de la Ciudad abrió en el mes de marzo de dos mil diecinueve, cerrándose después a raíz de los desprendimientos del techo. Ahora, tras informes y de 6 meses de obras, se puede reabrir al público, que lo va a poder visitar de forma gratuita, de jueves a sábado de once a trece horas, y viernes y sábado asimismo por la tarde, de diecisiete a diecinueve horas.
La edila de Cultura, Verònica Ruiz, ha señalado,
Los vestigios de la Torre de Sant Pere son los únicos que quedan de la fortificación medieval de la urbe, por lo que es esencial recobrarlos, ponerlos de nuevo en valor, y abrirlos nuevamente en la ciudadanía, a fin de que pueda gozarlos, recobrando parte de la historia.
La Torre de los Alzamientos volverá ser ahora una de las paradas del Recorrido de la Muralla Medieval de Castelló del Museo de la Ciudad de Castelló (MUCC). El emplazamiento que sobresalía de la muralla es parte de la última ampliación del recinto amurallado medieval de Castelló alrededor del año 1386. Esta una parte de la muralla fue la última en terminarse, donde ya estaba el Hospital de Trullols, en el espacio que ahora ocupa el Palacio de la Diputación.
La torre limitaba con el vallàs de Sant Lluís, un barranco que llevaba las aguas de la zona oeste de la villa hasta el llamado Toll -en la presente plaza María Agustina-, sitio donde la acequia Mayor se dividía con la acequia de Coscollosa y hacía de muro que encharcaba el agua. Se puede ver meridianamente la profundidad del barranco en este sitio, pues, desde el nivel de la plaza actual hasta el fondo del barranco hay entre tres y cuatro metros de desnivel.
TÉCNICA CONSTRUCTIVA
Se puede contemplar la técnica edificante empleada para erigir la torre. Morteros de cal y cantos rodados de río formaban un conglomerado que se puede llamar hormigón. El muro forma un polígono con caras perfectamente escuadradas y ataludadas por el exterior con una forma irregular en el interior que quedaba tapada por el pavimento de la villa.
Paralelamente, se observan además de esto elementos de hormigón más ‘moderno’ en el extremo del muro. Se trata de restos de un refugio de la Guerra Civil (1936-1939) de los que se hicieron para resguardar a la gente de los bombardeos de las tropas rebeldes franquistas -con la aviación desde el aire y los navíos desde el mar-, que desapareció por las obras de la plaza.