
Desde la tragedia, Feijóo ha mantenido un delicado equilibrio entre respaldar a Mazón y marcar distancias.
El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha decidido poner en marcha un plan para relevar a Carlos Mazón como presidente de la Generalitat Valenciana este verano, según fuentes cercanas a la dirección nacional del partido. La decisión responde al «prolongado desgaste político» que Mazón ha sufrido tras su controvertida gestión de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que devastó la Comunidad Valenciana en octubre de 2024, dejando 228 fallecidos y miles de afectados. La operación busca «minimizar el impacto en la imagen del PP a nivel nacional», en un contexto de creciente presión interna y externa.
Un liderazgo cuestionado desde la tragedia
La gestión de Mazón durante la DANA ha sido el epicentro de las críticas. El retraso en la activación de la alerta ciudadana, enviada a las 20:11 del 29 de octubre, y su ausencia en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) durante las horas críticas, han alimentado la indignación social. Más de 130.000 personas se manifestaron en Valencia exigiendo su dimisión, mientras que la oposición y sectores del propio PP han cuestionado su capacidad para liderar la reconstrucción. Además, las contradicciones en su relato sobre su agenda aquel día –incluyendo una comida con la periodista Maribel Vilaplana en el restaurante El Ventorro– han erosionado su credibilidad.
Fuentes oficiales del PP, conforme adelanta El Periódico, «confirman que Feijóo ha encargado a su equipo de organización activar la salida de Mazón, con el objetivo de cerrar su etapa como president tras la aprobación de los Presupuestos de 2025, prevista para el 29 de mayo con el apoyo de Vox». La finalización de algunas obras de reconstrucción en junio también se considera un momento estratégico para facilitar la transición.
Carlos Mazón podría cobrar 75.000 euros anuales «durante dos años»
Si Carlos Mazón se mantiene en el cargo hasta el próximo 13 de julio, alcanzará los dos años como presidente del Consell, lo que le garantizaría una retribución pública de 75.000 euros anuales durante dos años. Esta posibilidad está contemplada en el Estatuto de los Expresidentes de la Comunitat Valenciana, que estipula que quienes hayan ocupado el cargo al menos durante ese periodo pueden convertirse en miembros natos del Consell Jurídic Consultiu (CJC) y recibir dicha cantidad con cargo a los fondos autonómicos durante un tiempo equivalente al que desempeñaron el puesto.
El requisito clave es haber permanecido un mínimo de dos años al frente de la Generalitat. Así lo establece la Ley 6/2002, que regula los derechos de los expresidentes. Su artículo 4.1 señala que quienes hayan completado una legislatura entera —lo que ocurriría en 2027, una fecha aún lejana para Mazón— tendrán derecho a formar parte del CJC durante 15 años. No obstante, la misma ley aclara que, en los demás casos, la pertenencia será por un periodo igual al tiempo que se haya ejercido el cargo, siempre que se hayan superado los dos años de mandato.
Este último supuesto es el que se aplicaría al actual president, según confirman fuentes jurídicas conocedoras del marco normativo, quienes admiten que la redacción de la norma puede generar dudas, pero coinciden en que Mazón podrá acceder a ese beneficio si completa los poco más de dos meses que le restan para cumplir el plazo mínimo exigido.
La estrategia de Feijóo: equilibrio y distancia
Desde la tragedia, Feijóo ha mantenido un delicado equilibrio entre respaldar a Mazón y marcar distancias. En noviembre de 2024, el líder del PP llegó a exigir la declaración de emergencia nacional, una medida que habría despojado a Mazón de la gestión de la crisis, lo que generó malestar en el PP valenciano por percibirse como una «desautorización».
A medida que la presión crecía, Feijóo optó por una estrategia de contención. En diciembre de 2024, la visita del portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, a Valencia buscó proyectar unidad, aunque otros barones del partido mantuvieron un silencio significativo.
Carlos, cuentas con el respaldo de todo el Partido Popular para la reconstrucción.
Afirmó Tellado.
Sin embargo, en privado, la dirección nacional reconocía que Mazón era un “estorbo” para el futuro del PP, especialmente si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantara las elecciones generales.
Obstáculos para el relevo
La salida de Mazón no está exenta de complicaciones. La dependencia del apoyo de Vox en Les Corts Valencianes para nombrar a un nuevo presidente es un factor clave, ya que la extrema derecha no muestra interés en facilitar un recambio. Además, la falta de un sucesor claro complica la operación. La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, es señalada como una posible candidata, pero su entorno descarta que esté dispuesta a asumir un cargo en un contexto tan frágil, con elecciones autonómicas aún a 30 meses vista.
Por otro lado, la investigación judicial en curso sobre la gestión de la DANA añade incertidumbre. El PSOE ha solicitado que Feijóo declare como testigo por haber afirmado que Mazón le informó “en tiempo real” durante la crisis.
Reacciones y perspectivas
La decisión de Feijóo ha generado reacciones encontradas. En el PP valenciano, algunos dirigentes cercanos a Mazón defienden su gestión, destacando el acuerdo con Vox para los Presupuestos como una muestra de compromiso con la reconstrucción. Sin embargo, otros sectores del partido, ven inevitable su salida para «evitar un mayor daño a la marca PP», especialmente tras cuatro meses de caída en las encuestas nacionales.
En la ciudadanía, el sentimiento de frustración persiste, con manifestaciones recurrentes exigiendo responsabilidades.
Fotografía portada: X/@NunezFeijoo